Desde Puerto Nare, Antioquia, Jhan Bernardo Quevedo trabaja con su comunidad para enseñarles física, química, matemáticas y otras ciencias que, para muchos, son poco apetecidas o agradables.
Para convencer a los jóvenes de su tierra de estudiarlas se inventó una “pentatlón del conocimiento”, una posibilidad para que jóvenes talentosos puedan tener acceso a la educación superior por su talento.
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A “Jhanber”, como lo llaman sus conocidos, se le encendió la chispa de ayudar y hoy es un “caza becas”, una persona que descubre grandes cerebros en jóvenes disciplinados para que, como él, puedan ingresar a una universidad sin muchos recursos económicos.De esta manera, este joven pretende convertir su iniciativa en una cadena de ayuda educativa.
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Hay que afirmar que en Colombia no solo se necesitan auxilios a la deriva, sino verdaderos complementos para apoyar a quienes quieren y están comprometidos en acceder a la educación, teniendo en cuenta que es el motor de crecimiento personal y el pilar fundamental para crecer como sociedad, aún más, en apartadas zonas en las que acceder a beneficios es muy difícil.
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