La irrupción de 2wai, una aplicación creada por el ex actor de Disney Calum Worthy, ha desatado una controversia global que crece por horas. La herramienta, presentada como una innovadora plataforma de interacción con avatares hiperrealistas, incluye una característica que ha puesto en alerta a psicólogos, tecnólogos y usuarios: la posibilidad de recrear digitalmente a personas ya fallecidas para “hablar” con ellas en tiempo real.
El anuncio de lanzamiento, publicado por Worthy en la red social X, se volvió viral en cuestión de horas y superó las 40 millones de visualizaciones. Sin embargo, la atención no se tradujo en celebración. Por el contrario, la función estrella de la app provocó una avalancha de cuestionamientos. Numerosos internautas calificaron la propuesta como perturbadora y moralmente cuestionable, e incluso algunos compararon el servicio con los episodios más sombríos de la serie distópica Black Mirror. Otros usuarios fueron más tajantes, describiendo la tecnología como “demoníaca”, “manipuladora” y “deshumanizante”.
El video que acompaña la campaña publicitaria intensificó el debate. En él se muestra a una mujer embarazada que mantiene una conversación con un avatar que reproduce la imagen, la voz y los gestos de su madre fallecida. Años más tarde, el hijo de esa mujer, interpretado por el propio Worthy, repite la experiencia con el mismo modelo digital. El mensaje del anuncio es claro: con apenas tres minutos de grabación de una persona viva o fallecida, 2wai promete reconstruir un doble virtual capaz de sostener diálogos fluidos y realizar movimientos en tiempo real.
La aplicación, ya disponible de forma gratuita en la tienda de Apple con opciones premium de pago, promete llegar a Android en las próximas semanas. Su lanzamiento coincidió con la difusión de múltiples advertencias en redes sociales sobre los riesgos emocionales que esta herramienta podría acarrear. Entre los comentarios más repetidos se mencionan posibles efectos negativos en personas que atraviesan procesos de duelo, con algunos usuarios alertando incluso sobre la posibilidad de que el vínculo creado con estos avatares agrave sentimientos de pérdida o depresión.
Grupos de críticos han señalado además que la tecnología podría ser utilizada de manera irresponsable, al “poner palabras” en boca de quienes ya no pueden consentir el uso de su imagen o su identidad. Para ellos, el proyecto abre la puerta a una explotación emocional y ética sin precedentes.
Ante el alud de críticas, Worthy defendió públicamente su creación. Explicó que la idea original del proyecto surgió como una solución para que celebridades y figuras públicas pudieran interactuar con sus seguidores sin poner en riesgo su seguridad, delegando esa tarea en “gemelos digitales” supervisados por ellos mismos. Según detalló, él y su socio, el productor Russell Geyser, han logrado recaudar cinco millones de dólares en inversión inicial, con la ambiciosa meta de convertir la plataforma en “un archivo vivo de la humanidad”.
Mientras tanto, la discusión continúa escalando. Lo que para algunos es una ventana hacia el futuro de la comunicación digital, para otros constituye una peligrosa distorsión de la relación entre vida, memoria y tecnología.