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Con preocupación, finalizó su recorrido por el Bajo Cauca el defensor nacional del Pueblo, Carlos Negret, quien aseguró que en el municipio de Cáceres se vive la situación más crítica y que se está convirtiendo en un pueblo fantasma de cuenta de los desplazamientos.
En 2018, 1.569 familias fueron desplazadas de ese municipio y pese a que algunas han regresado a las zonas rurales, las frases que más se escuchan entre la atemorizada población son: “me siento preso”, “estoy confinado en mi propia vivienda”, “este es un pueblo de todos y municipio de nadie”.
Además, confirmó que este fin de semana los denominados Caparrapos repartieron un panfleto amenazando a la comunidad del barrio La Magdalena para que abandonen el municipio. Ante esto, pidió de manera urgente un puesto de mando unificado.
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“Hablaré con el presidente de la República y el gobernador para establecer aquí un puesto de mando unificado con la fuerza pública, pero también con inversión social para que la gente tenga trabajo formal”, informó.
Negret también manifestó su preocupación porque la deserción escolar ha aumentado. Aseguró que las Autodefensas Gaitanistas de Colombia, el ELN y los Caparrapos están reclutando menores desde los 11 años y confirmó que de 2.300 alumnos solo quedan 1.500 porque “graniaditos van matando a los alumnos y a los profesores”.
También analizan la posibilidad de un refuerzo de seguridad, debido a que solo hay 100 unidades de la fuerza pública que no dan abasto para garantizar la tranquilidad de la población.
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