Miles de botellas de licor adulterado incautadas y siete personas capturadas dejó una operación de la Policía realizada en varios barrios de Bogotá, en una redada contra criminales dedicados a esta actividad, especialmente en esta época de fin de año.
La Fiscalía informó este martes que los detenidos supuestamente son los responsables del "reciclaje y limpieza de las botellas, la obtención de marquillas, sellos y otros elementos, y la mezcla indiscriminada de alcohol y distintas sustancias, que eran envasadas y vendidas como whisky, ron, vodka, ginebra y marcas reconocidas delicores importados".
La operación que tuvo el apoyo del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI, de la Fiscalía) y peritos especializados, se desarrolló en las localidades del sur de Bogotá.
Allí fueron incautadas "más de 25 toneladas de licor fraudulento, insumos líquidos y sólidos, y otros elementos utilizados para la elaboración ilegal, sin los permisos de las autoridades competentes y de las licoreras".
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En el curso de la investigación se estableció que los licores falsos eran vendidos por encargo, a través de negociaciones por vía telefónica y grupos de WhatsApp, y eran despachados como encomiendas a diferentes sectores de Bogotá.
El licor adulterado también era comercializado en otras poblaciones del departamento de Cundinamarca, del que Bogotá es su capital.
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Una fiscal imputó a los detenidos los delitos de usurpación de derechos propiedad industrial y corrupción de alimentos, entre otros. Ante un juez de control de garantías, seis de los siete procesados aceptaron los cargos.
A mediados de este año la Policía dijo que incautó 38.661 botellas de licor adulterado o de contrabando en el primer semestre de 2023, bebidas que ponen en riesgo la salud de la ciudadanía.
De cada 100 botellas de licor existentes en el mercado colombiano, cerca de 24 son ilegales y particularmente 12 corresponden a licor adulterado", indicó el estudio "Mercado de bebidas alcohólicas ilegales en Colombia
Las principales incautaciones de licor adulterado se llevaron a cabo en Medellín, Cartagena, Cali, Bucaramanga, Barranquilla e Ipiales (fronteriza con Ecuador), dejando un promedio de una botella decomisada cada seis minutos.
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La ingesta de estas bebidas puede provocar una embriaguez más rápida, náuseas, vómito, dolor de cabeza, irritación gástrica, ceguera y, en el peor de los casos, la muerte, aclaró la información a partir de las evidencias médicas.
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