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Fuertes olas de más de 3 metros de altura acompañadas de vientos que podían alcanzar hasta los 70 kilómetros por hora encendieron las alertas en el municipio de Puerto Colombia, Atlántico, donde autoridades se vieron obligadas a declarar la calamidad pública toda vez que el mar ha llegado hasta los kioscos de los operadores turísticos en esta última semana, afectando a al menos 15 de ellos.
Luis Ávila, uno de los caseteros, informó que la preocupación no es solo por el fuerte oleaje y vientos, sino también por la gran cantidad de madera náufraga que está invadiendo las playas.
“El mar en los últimos días ha tenido un fuerte oleaje y ha traído una cantidad inmensa de basura y madera náufraga. Hay que estar atentos las 24 horas porque cuando el mar puede hacer que los kioscos se caigan”, dijo Ávila.
El capitán Jesús Zambrano, capitán de puerto de Barranquilla, informó que muchos caseteros se han ubicados por fuera de los límites que ha establecido la Dimar y por ello están siendo arrastrados por el agua. Indicó que esperan que la altura de las olas descienda en el trascurso de la semana.
“La recomendación es que respeten los límites establecidos y hagan los trámites ante la capitanía de puerto para que les digan dónde pueden estar esas casetas y de esta forma no se van a ver afectados con la arremetida del mar”, puntualizó el capitán Zambrano.
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