Congresistas costeños van perdiendo el año: editorial de Ley del Montes junio 20
Editorial de Óscar Montes en Vive Barranquilla.
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Con la conciliación por parte del Senado y de la Cámara de Representantes del texto definitivo del Nuevo Código de Policía, termina hoy la segunda legislatura del Congreso de la República, que fue elegido para el cuatrenio 2014-2018. Y su balance deja mucho que desear, aunque al Gobierno le fue muy bien con sus iniciativas de paz.
En efecto, el Congreso aprobó el llamado Acto Legislativo para la Paz, que establece un procedimiento especial para agilizar y materializar los acuerdos a que lleguen los delegados del Gobierno y de las Farc en La Habana. Esta iniciativa contó con el pleno respaldo de los partidos de la Unidad Nacional, cuyos voceros se encargaron que sacarla adelante, pese a la oposición del Centro Democrático, que orienta Álvaro Uribe Vélez.
Curiosamente el Legislativo también aprobó la convocatoria a un plebiscito para consultar al pueblo sobre su respaldo o no a los acuerdos de La Habana. Llama la atención dicha aprobación, puesto que las Farc se oponen a ese mecanismo de refrendación popular y aún no existe fecha para la convocatoria y celebración del mismo.
Los debates de control político –otra de las funciones del Congreso- no tuvieron gran cubrimiento mediático. Entre ellos se destacan el de la venta de Reficar –encabezado por los senadores Dayra Galvis de Cambio Radical, Álvaro Uribe del Centro Democrático y Jorge Enrique Robledo, del Polo Democrático- así como el de la crisis del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), realizado por el senador del Polo Democrático, Alexander López.
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Una de las iniciativas que más expectativas generaba en la Región Caribe -que tiene que ver con la erosión costera en la gran mayoría de los departamentos de la zona- se hundió por “falta de voluntad política”, según denunció su promotor, el senador Álvaro Ashton.
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En líneas generales la llamada “bancada costeña” no tuvo un gran protagonismo en la legislatura que termina hoy y su balance es deficitario. La solución a la crisis energética –por ejemplo- sigue postergada, pese a los debates que varios senadores costeños le hicieron al Ministerio de Minas y la cúpula de la Comisión de Regulación de Energía y Gas (CREG).
Igual sucede con la crisis de ganaderos y agricultores, así como el crecimiento del desempleo en las principales ciudades de la Región, para solo utilizar dos botones de muestra. En conclusión, la calificación de nuestros congresistas no llega al 2.5. Es decir, hasta ahora van perdiendo el año.