Pese a las decenas de derechos de petición y haber hecho público su caso para llamar la atención de las autoridades competentes, el expatrullero Jhon Harold Puello Polo, sigue esperando respuestas a las investigaciones que inició en la Fiscalía a cuatro empresas de telefonía móvil, por las 425 líneas telefónicas que fueron sacadas a su nombre de forma fraudulenta en los últimos tres años.
Para este patrullero retirado de la policía, los problemas ocasionados por la usurpación de su identidad, le impiden acceder a empleos formales, pues además le figuran anotaciones judiciales por posesión de drogas, entre otros. Su mayor preocupación es que un día, dado los fraudes cometidos con su identidad, las autoridades puedan allanar su vivienda siendo inocente.
“Yo vivo con el miedo y a veces no puedo dormir pensando que un día la Policía se va a meter a mi casa a hacerme un allanamiento por algún problema relacionado con quienes usurparon mi identidad. No quiero que mi hija y mi padre piensen que después de ser un policía, ahora soy un delincuente”, puntualizó.
El calvario para Jhon Harold Puello inició cuando en medio de una requisa detuvo a un hombre que se identificó con una cédula que tenía todos sus datos y a la que sólo le habían cambiado la foto.
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