El lío del ministro Carrasquilla: columna de Óscar Montes

Los delicados señalamientos de Daniel Coronell al ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, obligan al funcionario a ofrecer de inmediato explicaciones claras y contundentes, sobre su participación en una empresa creada en Panamá, de la que sería socio y que se habría beneficiado con dineros de más de un centenar de municipios del país. Ello habría ocurrido en 2007, cuando Carrasquilla ya no era ministro de Hacienda de Uribe.De acuerdo con Coronell, quien realizó la denuncia en su columna habitual de la revista Semana, la compañía creada por Carrasquilla en Panamá, “fue la asesora para el proceso de emisión de bonos para comprar, con conveniente tasa de descuento, los recursos de los municipios”.De esta manera, lo que para Carrasquilla habría sido un excelente negocio, resultó una pésima decisión para los municipios del país, muchos de los cuales se quebraron con la multimillonaria inversión.Ante la gravedad de los señalamientos es el propio Carrasquilla quien debe dar la cara para explicar su actuación. Y el escenario natural para ello es el Congreso de la República, donde deberá comparecer para aclarar lo sucedido. El senador Jorge Enrique Robledo lo ha citado a un debate de control político, pero no se descarta que se tramite en su contra una moción de censura, hecho muy delicado que podría comprometer, inclusive, su permanencia en el cargo.Vea aquí: Selección Colombia, un nuevo ciclo: la columna de Óscar MontesCarrasquilla -mediante un comunicado público- negó todos los señalamientos de Coronell y anunció su comparecencia ante el Congreso.Pero más allá de los alcances políticos y jurídicos de la denuncia de Coronell, el ministro Carrasquilla debe saber que un funcionario público tiene una serie de compromisos éticos que exceden los mismos alcances legales. Sacar provecho económico de una ley, después de haber sido pieza fundamental en su aprobación como ministro de Hacienda, puede que no sea ilegal, pero tiene pésima presentación y habla muy mal del funcionario que así procede. Es decir, puede que sea legal, pero no es ético.Al parecer, según la denuncia de Coronell, Carrasquilla y sus socios sabían perfectamente cómo y de qué manera podían sacarle el jugo a una ley que pretendía beneficiar a los municipios del país.Así las cosas, el Ministro Carrasquilla deberá comparecer ante el Congreso para tratar de despejar todas las dudas que surgieron con la columna de Daniel Coronell. Las graves denuncias lo obligan a aclarar los hechos, pues en estos casos no basta con presumir de honesto, sino parecerlo.