Emilio Tapia y las "inusuales" visitas de guardias del Inpec antes de recibir libertad condicional

Una seguidilla de visitas por parte de guardias del Inpec que recibió Emilio Tapia, el empresario condenado por su participación en el cartel de contrataciones de Bogotá, habrían facilitado su puesta en libertad condicional en 2019, para posteriormente asistir al Carnaval de Barranquilla durante el 2020.Se trata de tres visitas, entre enero y abril de 2019, registradas en la cartilla biográfica del recluso que hasta ahora se conoce, y que le favoreció el registro de seguimiento cuando en julio solicitó libertad condicional por buena conducta ante el Juzgado Primero de Ejecución de Penas y Medidas de Barranquilla, la cual le fue concedida en el mes de agosto.El movimiento resulta sospechoso, e incluso exagerado, para algunos miembros del sindicato del Inpec, quienes advierten que en la capital del Atlántico solo hay seis dragoneantes del instituto, para asistir a más de 8.000 reclusos bajo esta medida de aseguramiento; una sobredemanda que incluso genera retrasos de visitas hasta por un año.“Hay que cuadrar una cantidad tan alta que hay de internos, muy poquitas unidades de guardia. Pueden pasar hasta dos meses y no alcanzan a verificarlo”, explicó Milton Aníbal, presidente del sindicato del Inpec.En medio de los cuestionamientos que surgen para miembros del sindicato y abogados penalistas, aseguran que a esto se suma que el mismo día que le programaban la visita, la hacían efectiva, una situación que lo podía poner en sobreaviso. “Es sospecho, él espera que lo visiten y se va después que lo visiten”, señaló el abogado penalista Ángel Vásquez.Vale la pena mencionar que esta medida, en su momento, fue justificada porque ya había cumplido con unas tres quintas partes de la condena. Sin embargo, para hacerse posible la aplicación de la libertad condicionada, se debía contar con un óptimo registro por parte de los guardias del Inpec.Escuche más noticias: