Las lluvias mantienen con el agua hasta la rodilla a los habitantes del corregimiento de Bohórquez, zona rural del municipio de Campo de la Cruz, donde los niveles del Canal del Dique alcanzan los 8.06 metros y se mantienen muy por encima de lo que suele estar entre agosto y noviembre, que es cuando más arrecia la temporada invernal.
Jairo Orozco es uno de los campesinos en esta zona del sur del Atlántico que perdió todos sus cultivos de maíz, plátano, yuca y guineo, y ahora está a punto de perder su casa por las inundaciones que, incluso, obligaron a su familia a salir de allí.
Él y su comunidad temen que se repita la tragedia de 2010, cuando los altos niveles del río rompieron la carretera y el agua dejó damnificadas a más de 150.000 personas.
"Todos los cultivos los perdimos, estamos prácticamente con las manos en la cabeza. El río ha pasado a unos niveles preocupantes, todos los días crece una barbaridad y no ha habido lo que llamamos el veranillo de San Juan (que se da entre junio y agosto). Si todo sigue así, va a pasar lo mismo de 2010 y eso sería desastroso para nosotros", expresó Orozco.
Los mandatarios del sur del Atlántico piden al Gobierno Nacional una intervención urgente del Canal del Dique , ya que afirman que no son suficientes las obras rudimentarias que cada temporada invernal se realizan para evitar que la corriente del Dique cause estragos.
El alcalde de Santa Lucía, Rehunsen Martínez, advierte que el río Magdalena empezó a desbordarse mucho antes de lo esperado, lo que significa que su cota máxima se ha ido reduciendo.
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"Según las estadísticas que nosotros tenemos, el río debería desbordarse a partir de los 8.20 metros, pero esta vez empezó a desbordarse desde los 7.20 metros, y creería yo que esto es consecuencia de la sedimentación a falta de una intervención seria en el Canal del Dique. Desde 2010, no he visto un solo dragado en este canal", criticó.
En el sur del Atlántico ya se han identificado 15 puntos críticos por filtraciones de agua, es por esto que los alcaldes también piden a las autoridades competentes controlar el tráfico de remolcadores que a diario transitan con toneladas de mercancía por el canal, provocando desbordamientos y erosión.
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