¡Es la corrupción, estúpidos!: editorial de Óscar Montes
Editorial del panelista Óscar Montes en Vive Barranquilla.
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Las cifras que se empiezan a conocer sobre los sobornos y coimas que pagó la multinacional brasileña Odebrecht por la adjudicación y celebración de contratos de obras públicas en el país, entre 2009 y 2014, son monstruosas.
De acuerdo con la información revelada por fuentes de la propia multinacional - cuyo ex presidente Marcelo Odebrecht paga 19 años de cárcel en Brasil por corrupción- en Colombia la multinacional pagó once millones de dólares en sobornos en contratos que superaron los cincuenta millones de dólares, es decir el veinte por ciento del total de los contratos. De esos once millones, USD $6.5 millones los habría recibido un solo funcionario.
Entre 2009 y 2014 fueron múltiples las obras de infraestructura que la compañía brasileña logró que le fueran adjudicadas en Colombia, entre ellas la segunda fase de la Ruta del Sol, la transversal Boyacá fase II y el proyecto de recuperación de la navegabilidad del río Magdalena, adjudicado a Navelena S.A.S., conformada a su vez por Odebrecht y la empresa colombiana Valorcom.
El contrato de la navegabilidad del río Magdalena fue objeto de serios cuestionamientos, muchos de ellos relacionados con las investigaciones que la justicia brasileña estaba llevando a cabo contra el dueño de la compañía por el pago de sobornos a funcionarios del gobierno de Luiz Inacio Lula Da Silva.
Pero el caso de Odebrecht y el pago de coimas y sobornos, que apenas empieza a destaparse en Colombia, es tan solo la punta de iceberg del grave problema de corrupción que padece Colombia. En este año que termina varios han sido los escándalos que tienen que ver con corrupción. Los sobrecostos billonarios de Reficar, la pérdida de más de 30 mil millones de pesos en Colfondos, la controvertida venta de Isagén, los peculados en la distribución de alimentos por el ICBF y los escándalos por las megapensiones y la salud en Córdoba, entre otros.
De manera que la tarea que está por hacerse en materia de lucha contra la corrupción es titánica. Se trata, sin duda, de un buen reto para el fiscal general, Néstor Humberto Martínez, quien anunció que esa será su principal bandera. Puede estar seguro el Fiscal General, que en el cumplimiento de esa misión lo acompaña la inmensa mayoría de los colombianos.