"Retos del Congreso: posconflicto y reforma tributaria": Ley del Montes
Editorial de Óscar Montes en Vive Barranquilla
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La legislatura que comienza mañana –a la que han empezado a llamar la del posconflicto, porque será la encargada de materializar los acuerdos del Gobierno con las Farc en La Habana, especialmente el plebiscito que refrendará lo pactado- será recordada también como la que tramitó la reforma tributaria estructural.
Es decir, a partir de mañana los congresistas se ocuparán de la paz, pero también de los bolsillos de los colombianos.
Y ello es así porque la reforma tributaria -que ha sido aplazada por razones de conveniencia política- ya no da espera, pues la olla está raspada y el Gobierno no tiene de dónde echar mano para tapar el hueco fiscal y para tratar de dinamizar la economía.
La reforma tributaria estructural es, pues, inaplazable y absolutamente necesaria para cubrir los faltantes fiscales que se han derivado del hueco presupuestal que provocó la crisis en los precios de los hidrocarburos, que comenzó hace ya dos años y aún se mantiene.
No obstante, dicha reforma tributaria estructural tiene dos grandes retos que sortear. El primero tiene que ver con la queja de los gremios económicos, que dicen no haber sido suficientemente ilustrados por el Gobierno sobre el alcance de la reforma y sobre lo que ella afectaría la producción y –sobre todo- sus finanzas. Es decir, consideran que la reforma no ha sido socializada como corresponde.
El otro escollo es político, pues –según las cuentas del Gobierno- el acuerdo final con las Farc se firmará en Agosto y en Septiembre se convocará el plebiscito para refrendarlo. En plata blanca ello significa que los colombianos deberán aprobar el plebiscito en momentos en que el Gobierno tramita en el Congreso una reforma tributaria que tiene como uno de sus pilares un fuerte incremento de los impuestos a partir del próximo año.
Y ello no deja de ser un gran riesgo a la hora de someter al voto popular el más grande logro político del Gobierno en los dos mandatos de Juan Manuel Santos. El riesgo para el Gobierno es que la reforma tributaria podría terminar condicionando la suerte del plebiscito.