Un testigo que logró salir en medio del fuego cruzado de la vereda El Rosario, zona rural de Magüí Payán, en la subregión del Telembí, en Nariño , contó a las autoridades que son cinco los civiles que murieron en medio de los combates entre disidentes del frente 30 de las Farc e integrantes de la columna móvil Oliver Sinisterra.
Blu Radio conoció apartes del dramático relato en donde el testigo asegura que José Daniel Cortés Benavides, y cuatro civiles más, entre ellos una mujer, murieron al ser impactados por balas perdidas durante la noche del domingo 28 de agosto, cuando se registró la confrontación armada entre los dos grupos armados ilegales que se disputan el dominio territorial de ese corredor estratégico de la subregión.
“Ellos estaban trabajando cuando de un momento a otro comenzó la balacera, no hubo tiempo de nada quienes logramos correr, nos escondimos debajo de la cama en nuestras casas, pero la mayoría de viviendas fueron impactadas porque están construidas en madera y otros se fueron para el monte adentro porque los combates fueron en pleno casco urbano de la vereda”, comentó el testigo.
Entre los muertos se encuentran Héctor y su esposa María, propietarios de una finca y una pequeña tienda en la zona y que nada tienen que ver con los grupos armados ilegales, dijo el testigo a las autoridades, tras señalar que los gritos de las personas apenas se escuchaban porque los ruidos de los disparos eran más agudos y ensordecedores.
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Los otros tres hombres fallecidos eran trabajadores de una finca que habían llegado a la región hace cerca de 20 días a recoger hoja de coca, porque eso es lo único que se cultiva en esta zona del Patía Viejo.
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También hay al menos otras cuatro personas que resultaron heridas: "No sé qué pasó con ellas, lo único que se sabe es que no han logrado salir del caserío porque no los dejan", dijo en su relato la fuente humana.
Los campesinos que lograron huir dicen que vieron varios cadáveres que tenían prendas como las que usa el Ejército, pero que están seguros de que eran integrantes de los grupos armados ilegales que murieron en la confrontación armada. Los cuerpos fueron cargados por otros hombres armados y arrumados en la cancha de futbol de la vereda, pero que no sabían cuántos eran, según indicó en su relato.
"Es muy difícil la situación en por lo menos nueve veredas del río Patía Viejo, zona rural de Magüí Payán, en donde hay centenares de familias, especialmente personas de la tercera edad, niños y mujeres que se encuentran confinadas en sus casas, nadie entra ni sale de las veredas el Rosario y Bolívar, porque el control lo tienen hombres fuertemente armados", sostuvo el campesino, tras advertir que teme por la vida de sus vecinos y familiares ante una nueva confrontación armada entre esos grupos armados ilegales.
Los campesinos solicitaron la mediación de los organismos internacionales defensores de derechos humanos para que lleguen a la zona y traten de evacuar a los heridos, además de pedirles a los grupos armados ilegales que los dejen vivir en paz.
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El gobernador del departamento, John Rojas, quien llegó a Tumaco, aseguró que es muy preocupante la situación que están viviendo más de 1.800 familias, y no descartó que se pueda registrar un desplazamiento de esas comunidades a la población de Barbacoas.
El mandatario seccional se mostró dispuesto a iniciar los diálogos regionales vinculantes en materia de paz y dijo que Nariño necesita la paz, pues en su concepto, es hora de que los grupos armados ilegales también den una muestra de querer la paz y que cesen la violencia, porque la comunidad no puede seguir en esas condiciones.
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