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"Trabajaré duro para construir la casa", así se despidió de su mamá patrullero asesinado en Nariño

El policía estaba de permiso con su familia y, el pasado lunes, cuando regresaba a Pasto, fue secuestrado por desconocidos que luego le quitaron la vida.

"Trabajaré duro para construir la casa", así se despidió de su mamá patrullero asesinado en Nariño

"Con la promesa de que iba a trabajar muy duro para construir la casa que tanto necesita su familia", se despidió el patrullero Jefferson Valencia, de su progenitora doña Delia Flor Valencia, antes de partir rumbo a Pasto sin saber que esta sería la última visita a su casa materna en el barrio Medellín de la ciudad de Tumaco, en el Pacífico nariñense.

En diálogo con Blu Radio, la señora Flor recordó que antes de emprender el viaje de regreso a Pasto donde debería reincorporarse a la Policía Metropolitana le tocó la cara y se despidió como nunca antes lo había hecho, como si se tratara de una premonición. Aseguró:

"Mi hijo primero se vino a vivir con el padre en el sector de la Cordialidad en Tumaco. Antes de ser policía, que era su mayor anhelo, comenzó a entrenar fútbol y lo iban a llevar a Bogotá, pero el papá de Jefferson dijo que primero tenían que hablar con la madre para que pudieran tomar esa decisión", contó.

Con voz pausada, esta mujer sigue su relato y dijo que el papá de Jefferson solo quería que él estudiara, que fuera alguien, y él se puso a estudiar. Terminó su bachillerato y después se fue a prestar su servicio militar.

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Con el dinero que le daban, lo reunía y metió entonces los papeles a la Policía, porque él quería ser alguien en la vida, porque decía que "mamá, la voy a sacar a delante, voy a trabajar para que usted esté mejor".

Vecinos del barrio donde vivía el agente Valencia en el tradicional sector del Morro en Tumaco siempre le hicieron serias advertencias sobre el peligro en la vía, así lo manifestó José Álvaro Castro, residente del sector.

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"Desde pequeño éramos muy amigos, siempre cuando llegaba de visita compartíamos mucho. Me ha dolido mucho lo que le sucedió, yo siempre le decía <<hombre, amigo, suave, suave>>, porque en esas que el subía para Pasto y como era patrullero y subía para Pasto en la moto, yo le decía: <<No, hola Jeffer, no es conveniente que vos subas en la moto>>; y él me contestaba: <<No, Alvarín, gracias a Dios no me pasa nada>>. Y pues cosas del destino sucedió lo que sucedió", dijo Castro.

Cefora Tenorio Valencia, tía del patrullero asesinado por sus captores tras 15 horas de secuestro, manifestó que Valencia era un muchacho sano, correcto, un buen sobrino, un buen hijo y un buen vecino que estaba luchando por su sueño, que era ser policía.

"Él estaba junto con su otro hermano trabajando duro para construirle la casa a la mamá y llega la mala suerte y los secuestran y ahí terminó el sueño de mi sobrino", dijo Tenorio.

Valencia había viajado a Tumaco también para acompañar los cumpleaños de una de sus sobrinas y estuvo contento, dijo Cefora, quien indicó que el sábado por la noche fue a su casa y golpeó duro y dijo: "Tía, soy yo, regáleme agua", porque por esos días el servicio estaba suspendido, recordó la tía de Jefferson.

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"Para mí esta fue casi que una despedida, porque solo ese día lo vi que llegó en compañía del también patrullero Néider Bautista Pérez, quien sobrevivió luego de que se escondiera en la parte boscosa y lograra llegar hasta un resguardo indígena en la vía que de Tumaco conduce a Pasto", sostuvo.

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