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En una escuela de la vereda el Ambato del municipio de Tibú, Norte de Santander, se encuentran refugiadas 12 familias que salieron desplazadas este fin de semana de sus viviendas, como consecuencia de la última incursión paramilitar en el territorio y los combates entre las Autodefensas Gaitanistas de Colombia y la guerrilla.
Las organizaciones sociales del Catatumbo advirtieron que ante la alta injerencia de paramilitares en la zona, otras 10 veredas de Cúcuta y Tibú permanecen en alerta máxima.
"El día de hoy nos enteramos que aproximadamente 12 familias se desplazaron hacia una escuela del Ambato, municipio de Tibú. Estamos haciendo ya las verificaciones y pues vamos a llegar hasta la zona para hacer el censo de todas las familias y cubrir las necesidades. Por esa crisis humanitaria también hacemos un llamado al Gobierno Nacional para que nos apoye en esta situación", dijo Corina Durán, alcaldesa de Tibú.
Según las comunidades de la zona rural de Tibú, las estructuras armadas mantienen a los habitantes en estado de confinamiento y les estarían prohibiendo el uso de dispositivos de comunicación para registrar la situación.
"Las comunidades también informaron que les ha sido imposible la comunicación con las autoridades, porque los grupos ilegales llegan hasta donde ellos están y les quitan los medios de comunicación y es por eso que tuvimos que esperar casi cinco días, porque no teníamos la autorización para entrar a verificar”, añadió la alcaldesa.
La población afectada solicitó a las autoridades garantías para retornar nuevamente a sus territorios y han pedido a los actores del conflicto armado que mantengan el respeto por la vida de los civiles.
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