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“Estamos en quiebra”: avícolas de Santander en crisis económica por falta de autorización sanitaria

Los empresarios denuncian una presunta negligencia del Invima, mientras la entidad responde.

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BLU Radio. Foto referencia AFP

En Santander las plantas especiales de sacrificio avícola se declararon en crisis económica porque no han podido cumplir los requisitos que les exige el Invima para su autorización sanitaria. Pidieron un nuevo plazo para ponerse al día y no cerrar sus puertas.

Son más de seis plantas en este departamento y otras 65 en el país que enfrentan una crisis sin precedentes porque no han podido obtener la autorización sanitaria que les entrega el Invima, como lo exige el decreto 1500 de 2007, en el que, entre otras cosas, solicitan la presencia de un inspector enviado por esta autoridad, pero que deben pagar los mismos microempresarios.

“Ellos nos quieren poner un inspector a las plantas avícolas especiales, a nosotros los microempresarios nos imponen un costo que no podemos solventar”, dijo Carlos Andrés Barbosa, vocero de las plantas avícolas en Santander.

Según el Invima, no se trata de una nueva solicitud sino de una exigencia que viene desde el 2007.

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“Es muy importante aclarar que el decreto 1500 y los reglamentos específicos no son expedidos por el Invima, esos fueron expedidos por el Ministerio de Salud y a su vez el Ministerio del interior y Cultura”, indicó Carlos Alberto Robles, director de alimentos y Bebidas del Invima.

“Una norma que está operando en Colombia desde el año 2007 y en ese sentido no está exigiendo a última hora unas condiciones sanitarias sin concierto, todo un proceso de transitoriedad que se ha venido dando en el país desde el año 2007”, agregó el funcionario.

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Según las plantas de sacrificio especial de pollos, no es justo que tengan desde hace 2003 el mismo cupo de producción cuando las competencias en el mercado los tiene al borde de la quiebra.

“Que nos incrementen el cupo de sacrificio de aves, ya que venimos de un retroceso de la pandemia, de una reestructuración económica que nos amplíen ese cupo de sacrifico de aves”, señaló Carlos Andrés Barbosa, vocero de las plantas avícolas en Santander.

El Invima insistió en que ya se inició una prórroga final y tolerante con los microempresarios.

“En este momento lo que está haciendo Invima es el otorgar las autorizaciones sanitarias definitivas con un año último que dio el decreto de 2019, para que todas las plantas puedan tener su permiso”, respondió el funcionario de Invima.

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En las últimas horas se conoció que el Invima bajará de 100 a 75% el nivel de exigencia del Decreto 1500 para que puedan entregar las autorizaciones sanitarias y frenar el sacrificio informal o ilegal de pollos que sí representa un riesgo para los consumidores.

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