Un ciego visionario, como se hace llamar en redes sociales, es el apodo preciso para describir a Alberto Carrillo, quien tras 5 años corriendo, se convertirá el próximo domingo 7 de septiembre, en la primera persona ciega en participar de la Maratón Medellín, competición que, siendo avalada por la World Athletics y clasificatoria a la Maratón de Boston, este año -en su versión 31- contará con la participación de cerca de 27.000 corredores de 45 países.
Uno de esos corredores, sin embargo, será especial, y es precisamente Carrillo: “Llevo 5 años en el deporte, los cumplo el 1 de septiembre. A partir de la pandemia dije que quería algo mejor para mi vida, hacer algo en actividad, moverme. Comencé con 4, después 5, media maratón, maratón, triatlones y cosas así. Jamás pensé que llegara esto de ser embajador de varias marcas y hoy en día es parte de mi trabajo”, contó a Blu Radio.
¿Cómo corre una persona ciega?
Para cumplir este reto, Carrillo no correrá solo. Su guía será Ángel Barreto Castilla, corredor experimentado con quien entrena desde hace unos meses: “Hace unos tuve la oportunidad de conocer a Alberto, muy amigo de un primo, quien más lo ha acompañado. Nos conocimos en varias carreras, como la Media Maratón de Cartagena, y compartiendo experiencias nació la idea de correr juntos, puntualmente para ser la guía y los ojos de Alberto en la carrera”, recuerda quien hará las veces de guía.
Barreto explicó a Blu Radio que será él quien asumirá el reto de marcar el paso durante toda la prueba: “Él tiene un plan muy puntual, correr cerca de 5 minutos por kilómetro, yo corro un poco más rápido, la idea es llevarlo a ese ritmo promedio toda la carrera… Más que entrenar las distancias es conocer cómo corre él y cómo es acompañarlo, porque aunque vamos agarrados de una soga, lo principal es el movimiento de los codos, sincronizar cada movimiento e irle avisando de un hueco o un obstáculo y cada giro y curva”, detalló.
Alberto, quien ya ha corrido dos veces la Media Maratón de Medellín y cinco maratones internacionales, reconoce que su experiencia no ha sido fácil, pero la resume en una lección de vida: “Me ha pasado de todo en las carreras y he conocido gente increíble. De eso se trata la vida, dejar una huella y demostrar que se puede hacer todo, incluso sin ver”, dice sin titubeos.
Más allá de la meta, lo que une a corredor y guía es el mensaje que quieren dejar a Medellín y al país. “Lo defino (a Alberto) como una persona muy empática y una energía muy positiva, siempre dispuesto a dar más y nunca rendirse. Eso me sorprende. Es una persona muy fuerte… porque si él puede, como él mismo dice, todos podemos, porque la visión te enfoca pero la vista, muchas veces, te puede distraer”, afirma Barreto.
Carrillo lo complementa con un mensaje contundente: “Quiero dejar un impacto en Medellín y Colombia diciendo que si yo puedo, tú también… Que a pesar de los golpes o la historia personal, puedes volverte a parar e ir por tu nuevo propósito. La peor discapacidad es la mala actitud”.