En una auténtica bomba en el mercado de fichajes del fútbol profesional colombiano, Atlético Nacional está muy cerca de anunciar el que sería su nuevo arquero: un viejo conocido en el país, que tomaría el lugar que dejó Kevin Mier, vendido a Cruz Azul de México.
Se trata del venezolano Wuilker Fariñez que, tras rescindir su vínculo con el Lens de Francia, tendría lista su llegada al Rey de Copas. Una noticia que, como era de esperarse, causó toda clase de comentarios en las redes sociales, debido a su pasado en uno de los más grandes rivales del conjunto antioqueño, del que se marchó, justamente, a cumplir su sueño europeo.
Fariñez, a sus 25 años, tendría todo acordado con el onceno verdolaga, en lo que será su regreso al FPC. Este anuncio, que está próximo a su oficialización, cayó mal entre los fanáticos de Millonarios: club en el que el venezolano estuvo entre 2018 y 2019, y con el que no pudo salir campeón en el rentado local.
Como era de imaginarse, las negociaciones entre Atlético Nacional y Fariñez se convirtieron, hasta el momento, en uno de los bombazos de la temporada de contrataciones en el balompié colombiano, que iniciará competencia el 20 de enero en la Liga.
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Aunque el objetivo principal era lograr el regreso del ídolo David Ospina, las diferencias económicas entre las partes alejaron el sueño de los aficionados de ver de nuevo al paisa, que está en el Al-Nassr de Arabia: el mismo equipo en el que juega el delantero portugués Cristiano Ronaldo, pero en el que tras su lesión de codo no ha tenido oportunidad.
Fue por eso que la dirigencia se movió rápido y fue a la búsqueda del portero venezolano, que tras cinco años regresará a Colombia, para defender el arco verde en la Liga, pero también en la segunda fase previa de la Copa Libertadores; en la que el club antioqueño enfrentaría al ganador del choque entre Aucas de Ecuador o Nacional de Paraguay.
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El último partido de Fariñez, que viene de más de un año de inactividad, fue el 21 de mayo de 2022, cuando jugó en el empate (2-2) de Lens ante el AS Mónaco, cuando jugó los 90 minutos. Desde entonces no ha tenido presencia alguna bajo los tres palos, por lo que la opción de Nacional se convirtió en una especie de salvación para este guardameta, de 1,80 metros.
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