Alberto Linero defiende abucheo contra la Selección Colombia, pero rechaza la violencia
Nadie quedó feliz con el resultado; tanto jugadores como hinchas sufrieron, pero no podemos dejar que todo termine en actos violentos
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El árbitro levanta la mano, finaliza el partido y Perú gana un gol por cero, después de 24 años de no haberlo hecho frente a la selección en Barranquilla. Es como un baldado de agua fría para toda la afición que está reunida en el Estadio Metropolitano. Algunos aplauden, otros chiflan y otros expresan su frustración tirando objetos e insultando a los jugadores y al cuerpo técnico.
Entiendo la rechifla y la acepto como una manifestación de desaprobación, propia de quien ha animado y quiere que su equipo logre los resultados; pero también tengo que decir que me escandaliza y rechazo vehementemente cualquier agresión y manifestación violenta contra los jugadores.
Nadie quedó feliz con el resultado; tanto jugadores como hinchas sufrieron, pero no podemos dejar que todo termine en actos violentos que demuestran que no estamos preparados para asumir las derrotas. Creo que mientras hayan oportunidades, hay que estar unidos por el objetivo. Siempre hay que ser optimistas y apoyar.
Ya vendrán los momentos para evaluar y recordar la no renovación de Pekerman; o también cómo durante 6 meses no se tuvo técnico en propiedad; la equivocada elección de Queiroz, el bajo nivel de algunos jugadores y los errores del técnico Rueda; porque claro que es necesario evaluar y trabajar en todo aquello en lo que se falló. No podemos dejar que los errores tengan la última palabra, pero creo que mientras tanto, debemos estar dispuestos a apoyar y creer que algo se puede hacer.
Para nadie es un secreto que soy aficionado al fútbol, y que la derrota me dejó aburrido y desilusionado, por eso entiendo la actitud de muchos en ese momento en el estadio de chiflar y demostrar la desaprobación, pero nunca aprobaría que lancen objetos contra ellos ni contra nadie. Yo quiero seguir siendo optimista, quiero seguir creyendo que podemos llegar al mundial, pero sobre todo, quiero creer que poco a poco nuestra sociedad va a dejar a un lado la violencia y podremos construir en conjunto para obtener los mejores resultados. Ahora, a pararnos firmes frente a las oportunidades que tenemos, y a trabajar duro para no dejarlas pasar.