Las razones del paro de mineros en Boyacá: “No se puede negociar la vida”, dice presidente Petro

El departamento de Boyacá enfrenta un paro de gran magnitud que ha bloqueado importantes corredores viales y amenaza con extenderse si no hay respuestas claras por parte del Gobierno Nacional. Aunque el detonante inmediato ha sido la crisis del sector minero, la protesta se ha ampliado a otros sectores como los productores de papa, cebolla y leche. Todo esto, mientras las palabras del presidente Gustavo Petro —“no se puede negociar la vida”— han generado molestia y polarización en la región.“Nosotros también creemos que el agua es más valiosa que el carbón, pero no tenemos minas en zonas de nacimiento de agua. Esa es una mentira del presidente”, afirmó Holman Pedraza, líder minero en Paipa, en entrevista con Mañanas Blu, con Néstor MoralesLas razones del paro: transición energética y límites al trabajo en zonas de páramoLa controversia gira en torno a las políticas de transición energética promovidas por el Gobierno de Petro, en especial la delimitación de zonas de páramo, medida que ha dejado a centenares de campesinos y mineros sin posibilidad legal de explotar recursos en territorios donde, aseguran, han trabajado por generaciones.El Ejecutivo ha insistido en que la actividad minera no debe interferir con los ecosistemas estratégicos, como los páramos, por ser vitales para la conservación del agua. En su cuenta de X (antes Twitter), el presidente Petro escribió:Este pronunciamiento, lejos de calmar las tensiones, ha sido interpretado por los líderes del paro como un acto de provocación."Una transición sin alternativas": los reclamos del sector mineroLos líderes mineros aseguran que el discurso gubernamental sobre una “transición energética justa” no se ha traducido en acciones concretas. Según Pedraza, no ha habido visitas del presidente ni de ministros a las zonas afectadas para ofrecer alternativas productivas viables:“Aquí a Boyacá no ha venido ningún ministro ni el presidente a ofrecernos absolutamente nada con respecto al tema de la transición energética. Nos prometieron proyectos que no conocemos”, aseguró. Además, el líder recordó que durante el fenómeno de El Niño, el Gobierno los instó a aumentar la producción de carbón para evitar el apagón de las termoeléctricas. “El año pasado vino el viceministro a rogar que sacáramos todo el carbón posible, y ahora nos dan la espalda”, lamentó.Bloqueos, caos vial y efectos colateralesLa protesta se ha extendido a múltiples puntos estratégicos como Ventaquemada, Paipa, Sogamoso, Guacamayas, Corrales, Tópaga y Monguí, paralizando el paso de vehículos y afectando la movilidad entre Boyacá y departamentos vecinos como Santander, Casanare, Arauca y la Costa Atlántica.El paro ha tenido efectos inmediatos en el transporte intermunicipal. En la Terminal de Transportes, usuarios denuncian haber pasado la noche a la intemperie:“Desde las 11 de la noche estoy aquí con mi bebé y nadie nos ha ofrecido ayuda. Ni una silla”, denunció una pasajera que viajaba hacia Duitama. Las empresas transportadoras, por su parte, han confirmado la suspensión total de despachos hacia el norte del país y zonas de influencia boyacense.Papel estratégico de Boyacá en la economía regionalBoyacá es una región clave en el tránsito de alimentos y mercancías. La actual parálisis afecta el abastecimiento de papa, cebolla, leche y carbón, productos fundamentales para el mercado interno. Los campesinos reclaman la revisión urgente de precios y políticas de comercialización:“La papa está por el piso, al igual que la cebolla. La leche lleva dos años a precios que no cubren ni el concentrado del ganado”, denunció uno de los líderes de la protesta campesina.La sombra del desencanto políticoUn elemento que ha alimentado el descontento es el recuerdo de las promesas hechas en campaña por el entonces candidato Petro. Según Pedraza, el presidente visitó minas de carbón en Paipa en 2022 prometiendo comprar la producción local para respaldar el proceso de transición.“Nos prometió que el Estado compraría todo el carbón. Sacó fotos con nosotros. Hoy, tres años después, no ha cumplido nada”, expresó. Este desencanto ha amplificado la percepción de abandono por parte del Gobierno Nacional y profundizado la desconfianza hacia futuras mesas de negociación.