Petroleras alertan por plan del Gobierno para prohibir el petróleo en el 43 % del país
El Gobierno quiere crear una mega reserva para proteger la selva amazónica y la decisión podría ser un hecho justo para la COP de Brasil.
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Las petroleras están en alerta por un proyecto con el que el Gobierno podría prohibir definitivamente la minería y el petróleo en el 43 % del país, sin consulta previa y sin cumplir los estándares del acuerdo de Escazú. Desde el Ministerio de Ambiente defienden la medida y aseguran que el gran aporte de Colombia a la lucha contra el cambio climático es proteger la selva amazónica del riesgo de una destrucción inminente.
El Gobierno nacional está trabajando en una resolución, que todavía no está firmada, para delimitar y declarar una Reserva de Recursos Naturales Renovables en el bioma amazónico con carácter definitivo.
No se trata de un área aislada del país. Según los documentos oficiales, abarca completamente a los departamentos de Caquetá, Putumayo, Amazonas, Guainía, Guaviare y Vaupés, y áreas dentro Meta, Vichada, Cauca y Nariño. Unos 61 municipios que quedarían total o parcialmente detrás de la ‘línea verde’.
En esas zonas del país no se podría hacer explotación ni exploración de petróleo, gas y minerales, ni entregar nuevos contratos. Tampoco se podrían conceder nuevos permisos ambientales. Formalmente no se prohíben los actuales contratos de hidrocarburos y las empresas podrían seguir operando dentro de sus áreas actuales, pero la ACP cree que la medida sí cambia las reglas de juego.
“La resolución afecta la estabilidad de los proyectos existentes al prohibir de manera automática herramientas de gestión ambiental como modificaciones y prórrogas, a pesar de que los campos maduros están autorizados a continuar operando. En Putumayo, las operaciones en campo requieren modificaciones constantes para optimizar la producción, garantizar seguridad operativa y cumplir las obligaciones regulatorias (ej. disposición de aguas de producción). Negar estas solicitudes compromete directamente la viabilidad técnica y financiera de la infraestructura instalada, transformando un mecanismo de control ambiental en una barrera operativa”, señaló el gremio al Ministerio de Ambiente.
La ACP calcula que un 8 % del área con contratos de exploración vigente se vería afectada si esta resolución es firmada como planea el Gobierno.
“Una prohibición absoluta de las actividades de exploración y producción de hidrocarburos en la Amazonía tendría impactos severos sobre el desarrollo regional y la estabilidad laboral, además de poner en riesgo inversiones existentes y potencialmente generar litigios o arbitrajes internacionales”, agregó la ACP.
La creación de la nueva reserva ambiental está justificada, según el Gobierno, en el principio de la precaución debido a que existe un riesgo grave e irreversible de alcanzar un umbral crítico o “Tipping Point”, a partir del cual la selva pierde su capacidad de autorregeneración y se transforma en un ecosistema degradado.
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Es decir, la selva amazónica no podría volver a su estado original, y con ella se perderían “especies endémicas, procesos evolutivos y funciones ecosistémicas que han tardado millones de años en consolidarse”.
El Ministerio de Ambiente publicó un documento de más de 300 páginas argumentando su postura en favor de la conservación.
“Lo hacemos porque tenemos la convicción de que lo más importante que tiene Colombia para aportar en la lucha contra la crisis climática es la conservación de sus selvas. Y la conservación de esas selvas pasa también por detener lo más pronto posible las fronteras extractivas. Y entre las fronteras extractivas están también las industrias como la minera y la petrolera”, dijo la ministra encargada de Ambiente, Irene Vélez, en el Congreso de la ANH.
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Proteger la selva amazónica es hoy una de las banderas del Gobierno de Gustavo Petro a nivel intencional. Eso fue lo que le propusieron a Brasil y otros países en la Cumbre Amazónica en Bogotá y la idea hoy el Gobierno es presentar esta medida ante en la COP de Brasil como el gran legado de la era Petro en materia ambiental.
“Sin la selva amazónica, el efecto de tanto carbón y petróleo que damos por el capitalismo en la atmósfera nos va a achicharrar, nos va a deshidratar nos va a llenar de virus, va a extinguir la vida en el planeta tierra según la ciencia, según la linterna de Diógenes”, dijo esta semana el presidente Gustavo Petro.