Representante Pérez sobre presupuesto: "$557 billones se dice fácil, pero hay que financiarlo"
El representante Óscar Darío Pérez lo describió directamente como una reforma tributaria "enmascarada en el presupuesto para que la gente no se dé cuenta”.
El Gobierno nacional radicó en el Congreso de la República el proyecto de presupuesto para el próximo periodo fiscal, acompañado de la polémica propuesta de ley de financiamiento, la cual busca inyectar oxígeno a las finanzas públicas.
Este paquete económico, radicado en el último día de plazo constitucional, asciende a la cifra de 557 billones de pesos. La pregunta que surge en el ámbito político y económico es cómo será recibido este proyecto en el Congreso y si contará con el respaldo necesario para su aprobación.
Al respecto habló en Mañanas Blu con Camila Zuluaga el representante a la Cámara por el Partido Centro Democrático Óscar Darío Pérez, miembro de la Comisión Tercera que se encarga de los asuntos económicos del Estado.
"Lo presentaron en el último minuto. 557 billones se dice muy fácil, pero eso hay que financiarlo", puntualizó.
Pérez señaló que, de ese monto, 301 billones provienen de "ingresos tributarios corrientes" y dentro de estos, 26 billones están asociados a lo que el Gobierno presenta como una “ley de financiamiento". Sin embargo, el representante lo describió directamente como una reforma tributaria "enmascarada en el presupuesto para que la gente no se dé cuenta”.
Cambio de dinero dañado.
Fotomontaje: Blu Radio y Google Maps
En cuanto al futuro político de este proyecto, Pérez fue categórico: “No, yo veo muy difícil que el Congreso vaya a probar 26 billones de la reforma tributaria”, sentenció.
El riesgo del ‘decretazo’ y la batalla por el gasto público
Una de las mayores preocupaciones del representante es la postura del Gobierno. Según él, la exposición de motivos del proyecto de presupuesto sugiere que, si el Congreso no aprueba la ley de financiamiento, la responsabilidad del recorte de gastos recaerá sobre el legislativo.
Pérez interpretó esto como una estrategia del Gobierno para deslindarse de la culpa, señalando que en esta administración “todas las responsabilidades de las cosas que sucedan es de otros, no del Gobierno".
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En ese sentido, el congresista enfatizó la falta de voluntad del Gobierno para reducir el gasto público. A pesar de que una parte es inflexible, sostuvo que hay "mucho margen de maniobra para endeudarse menos, para aplicar la regla fiscal y para tener eficiencia en el gasto".
Pérez ilustró esto con ejemplos: el aumento de contratos de prestación de servicios a nivel nacional, que pasaron de 400.000 a un millón, llevando a situaciones como "pico y placa" en entidades y la creación de embajadas y consulados; también criticó los excesivos gastos en viajes y el uso del avión presidencial.
Recordando el precedente del año pasado, cuando el Gobierno sacó adelante el presupuesto por decreto, la pregunta es si esta situación podría repetirse. Pérez fue enfático en decir que la voluntad del Congreso es evitarlo.
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“Ese es el camino que el Gobierno quiere que transitemos, pero yo creo que las comisiones de Congreso no le van a dar ese gusto”. Por eso, consideró que el "decretazo presupuestal" les dio "las manos libres para hacer y deshacer con el gasto público", llevando a un déficit fiscal del 7.5 % y una deuda pública del 65 % del PIB.