La Corte Constitucional respaldó a la Universidad Javeriana por el despido de la docente María Luciana Cadahia, sin embargo, señaló que la institución sí vulneró la libertad de expresión de la alumna Manuela Yepes, quien había realizado un plantón para apoyar a la docente.
La sala plena de la Corte Constitucional estudió la acción de tutela interpuesta por la profesora Cadahia y las estudiantes Manuela Yepes Benjumea y Paola Silva Mejía, contra la Pontificia Universidad Javeriana.
La profesora Cadahia solicitó el amparo de sus derechos fundamentales a la no discriminación por razones de opinión política o filosófica, a la libertad de cátedra, a la libertad de expresión, al buen nombre académico, al trabajo y al mínimo vital. Las estudiantes Yepes Benjumea y Silva Mejía, por su parte, pidieron que les fuesen protegidos sus derechos fundamentales a la libertad de aprendizaje e investigación y a la educación.
Para la Corte Constitucional, la Universidad Javeriana no vulneró los derechos de la profesora cuando la despidió.
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El lío jurídico tenía que ver con que a la profesora Cadahia la Universidad Javeriana la despidió en el 2019, presuntamente por ciertas expresiones políticas. La docente por estos hechos alegó discriminación.
Los estudiantes de Filosofía, facultad a la que pertenecía la docente, también se pronunciaron iniciando plantones, cuestionando que al parecer no se tuvieran en cuenta las calificaciones docentes.
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Para la sala, “el derecho a recibir educación de calidad no supone que los alumnos sean educados por algún profesor en particular o que desarrollen sus proyectos de grado con un docente determinado. La nómina de las universidades puede ser modificada, en ejercicio de la autonomía de la institución. Así, la Carta Política de ninguna manera les impone a las universidades la carga de mantener profesores específicamente considerados”.
Por otra parte, para la Corte sí se vulneró el derecho de libertad de expresión de la alumna Manuela Yepes cuando la censuraron al impedirle convocar un plantón para seguir apoyando a la docente. En consecuencia, llamó la atención a la Pontificia Universidad Javeriana sobre la gravedad de su conducta y la previno sobre la prohibición constitucional de impedirle a sus estudiantes adelantar manifestaciones pacíficas que cuestionen decisiones institucionales de ese centro de estudios.
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