Todo comenzó en 2018, cuando Aranguren fue designado comandante de la Brigada de Selva No. 27, en Mocoa (Putumayo). A esa misma unidad fue trasladada la subteniente María del Mar Cabrera, quien se desempeñaba como oficial de comunicaciones.
Según estableció la Corte Suprema de Justicia, desde su llegada la oficial empezó a ser objeto de comentarios sexuales explícitos, expresiones humillantes y comportamientos invasivos, provenientes directamente de su superior jerárquico, el general en retiro Yuber Aranguren.
Y es que, con base en los relatos de la víctima, Aranguren no solo la acosaba sexualmente haciéndole comentarios de toda índole, sino que además la amenazaba con hacer que la relación sentimental que ella tenía se acabara: “Ante algunos comandantes de batallón le expresó que era un bizcocho joven […], tómele la foto a eso para las comunicaciones, no le vaya a enviar la foto a su noviecito; esa chimba de relación que usted tiene se la voy a hacer acabar y, si se piensa casar, también la voy a desertar tanto para que no se case”.
La sentencia describe un patrón de comportamiento reiterado. Por ejemplo, en reuniones del Estado Mayor, formaciones militares y espacios institucionales, el entonces general, condenado a 3 años y 4 meses, hizo referencias al cuerpo de la subteniente y a su apariencia física, utilizando expresiones de alto contenido sexual y degradante.
En uno de los episodios más graves, aprovechó un desplazamiento en su vehículo particular para tocarle una pierna sin consentimiento, conducta que la Corte Suprema de Justicia consideró plenamente acreditada.
Estas conductas no solo afectaron la honra de la víctima, sino que la expusieron al ridículo dentro de una estructura jerárquica como la militar.
Entre los elementos tenidos en cuenta se incluyeron correos electrónicos enviados a la Oficina de Género del Ejército, grabaciones realizadas por recomendación institucional y testimonios que corroboraron de manera periférica la existencia de la denuncia y su impacto.
Yuber Aranguren deberá pagar 3 años y 4 meses de cárcel por este sonado caso de acoso sexual al interior del Ejército, luego de que la Corte Suprema de Justicia ratificara la condena.