La familia de Valeria Afanador, la niña de diez años con síndrome de Down hallada sin vida tras permanecer 18 días desaparecida en Cajicá, Cundinamarca, pidió a la Fiscalía General de la Nación imputar cargos a la rectora y a varios profesores del colegio Gimnasio Campestre Los Laureles, por el presunto delito de homicidio en la modalidad de graves omisiones.
El abogado de la familia, Julián Quintana, explicó que, en su concepto, los directivos y docentes del plantel tendrían responsabilidad directa por no garantizar la seguridad de la menor, quien desapareció en inmediaciones de la institución el pasado 12 de agosto.
“Nosotros como representantes de víctima le hemos sugerido a Manuel, padre de Valeria, que tenemos que alcanzar la verdad, la justicia y la reparación, que es un derecho que ellos tienen”, señaló.
Quintana advirtió que la defensa continuará trabajando en dos líneas de investigación: la primera, enfocada en establecer la responsabilidad de las autoridades del colegio; y la segunda, en determinar la posible participación de un tercero en la desaparición y muerte de la menor. Asimismo, solicitó a la Fiscalía tomar muestras y recaudos probatorios a los funcionarios de la institución educativa, con el fin de hallar elementos que permitan vincularlos al proceso penal.
El abogado también anunció que recomendará a la familia interponer una demanda civil contra el colegio por los daños y perjuicios ocasionados. “La sugerencia es que exploremos el camino de una demanda civil para reclamar los daños que la actitud omisiva le causó a la familia. Obviamente, esta decisión descansará en lo que la familia pueda acordar”, agregó Quintana.
Un caso que conmocionó a Cundinamarca
El cuerpo de Valeria fue hallado la semana pasada en una zona contigua al río Frío, en cercanías del colegio donde estudiaba. La búsqueda se había extendido durante 18 días y mantuvo en vilo a todo el país. El gobernador de Cundinamarca, Jorge Emilio Rey, expresó que resulta “improbable” que el cuerpo hubiese permanecido en ese lugar desde el inicio de la desaparición, debido a que allí se realizaron múltiples recorridos e inspecciones.
“Este hecho tan doloroso, que hoy nos enluta, no quedará en la impunidad. Extiendo mi solidaridad y condolencias a los padres y hermanitos de Valeria. Estamos con ustedes”, manifestó el mandatario departamental.
Durante la investigación inicial, las autoridades recolectaron más de 20 terabytes de grabaciones de cámaras de seguridad para reconstruir los últimos movimientos de la menor. Además, la Interpol emitió una circular amarilla ante el temor de un posible secuestro.
La desaparición de Valeria provocó múltiples manifestaciones ciudadanas en Cajicá, donde vecinos y familiares realizaron caminatas y exigieron a la Fiscalía y a la Policía priorizar la búsqueda.
Ahora, la familia espera que las nuevas solicitudes jurídicas permitan esclarecer los hechos y que el crimen no quede impune. “Hoy nos embarga el dolor, pero también la firmeza: no permitiremos que este atroz crimen quede en la impunidad. Exigimos justicia”, concluyó Quintana.