El ciudadano estadounidense Stefan Correa ha sido condenado a cadena perpetua en Florida, EE. UU., por delitos relacionados con abuso sexual.
Este caso, que ha impactado tanto a Colombia como a Estados Unidos, reveló una alarmante red de explotación infantil transnacional.
La investigación y las pruebas presentadas contra Correa, un farmacéutico de 42 años, detallan una serie de actos deplorables que llevaron a su condena:
- Abuso sexual de múltiples menores: Stefan Correa fue señalado y posteriormente condenado por haber cometido delitos relacionados con abuso sexual contra más de 25 niños, niñas y adolescentes en Colombia. Las autoridades lo acusaron de abusar de varias menores en el país.
- Evidencia gráfica y documental: Durante su arresto en el Aeropuerto Internacional de Miami el 18 de abril, agentes federales inspeccionaron su equipaje y sus nueve teléfonos celulares. En ellos, se hallaron 50 videos que mostraban a Correa en "relaciones sexuales completas con niñas de 9 a 14 años de edad". Estos videos también lo mostraban "realizando actos sexuales con niñas colombianas", detalló Univisión.
- Modus operandi y viajes recurrentes: La denuncia criminal sostiene que Correa ofrecía 75 dólares por encuentro con cada menor. Además, se descubrieron mensajes donde Correa parecía "muy interesado en saber si las niñas con quien solicitó encuentro se iba a quejar de dolor y ella va a permitir que haga todo y pedir que pague". Incluso, en una instrucción, Correa pedía que la menor estuviera "en el baño para que haya privacidad porque probablemente ella va a llorar otra vez por el dolor". Los registros telefónicos y de viajes indicaron que Correa realizó al menos 45 viajes a Colombia desde 2022.
- Tráfico de menores: Adicionalmente a los cargos de abuso, Correa afrontó dos cargos en una corte federal, incluyendo uno por tentativa de tráfico de menores. Se reveló que Correa quería que una de las menores "buscara a una niña de 10 a 11 años".
El caso de Stefan Correa fue el resultado de un proceso de investigación conjunto entre la Policía Nacional de Colombia, la Fiscalía y el gobierno de Estados Unidos.
El alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, había solicitado públicamente una sanción ejemplar contra el ciudadano norteamericano.
“En Medellín enviamos un mensaje claro: quienes vengan a explotar sexualmente a nuestros niños y niñas… no solamente no son bienvenidos, sino que los perseguiremos hasta capturarlos”, declaró Gutiérrez durante sus reuniones con el FBI y la HSI.