Se trata de las desapariciones en hechos aislados y regiones apartadas de dos niñas de apenas 5, 7 y 8 años de edad. Además del dolor que significa perder un hijo, a esas familias las une otra tragedia: la pobreza.
Las víctimas de esas desapariciones son: Karen Dayana Lambraño Mulleth, de 7, y Paula Nicole Palacios Narváez, de 5. Ellas sencillamente se esfumaron en situaciones similares mientras hacían mandados caseros en Mompox (Bolívar) y Buesaco (Nariño), respectivamente.
Karen Dayana Lambraño Mulleth tiene 7 años, pero habla y se desenvuelve como un adulto. Tal vez por esa habilidad a ninguno de los vecinos del barrio La Granja, en el municipio de Mompox, Bolívar, le parecía extraño verla caminar sola por las empolvadas calles del sector, pese a su corta edad.
La última caminata de la pequeña ocurrió en la mañana del 23 de diciembre del 2014, un día antes de la fiesta de Navidad. A eso de las 8:30 de la mañana su madre, Sandra Mulleth, la envió a la tienda del sector para que le hiciera una recarga de mil pesos a su celular. La pequeña jamás regresó.
En marzo de 2015 el caso dio un giro inesperado cuando la Fiscalía anunció la captura de Sandra Mullet Mendoza y Glenis Arias Mendoza (madre y tía de la menor), acusadas del presunto delito de secuestro agravado.
Las autoridades aún esperan por detalles del paradero de Karen Dayana y no descartan que la pequeña haya sido víctima de una especie de tráfico de personas.
Paula Nicole Palacios Narváez tiene 5 años de edad. Eran las 3:30 de la tarde del 28 de diciembre del 2014 cuando la pequeña salió de su casa hacia la vivienda de su tía Irma con la única intención de ponerse una muda de ropa nueva que ella le había comprado como regalo de Navidad.
Las dos casas están a escasos 100 metros en las afueras del corregimiento San Antonio de Padua, un humilde caserío del municipio de Buesaco, Nariño. Pero todo indica que Nicol no encontró a su tía en casa y decidió buscarla en el caserío distante a cinco minutos a pie por una carretera pavimentada. En esa vía fue la última vez que la vieron.
El caso de Nikol tiene consternados a los habitantes de Nariño, quienes ya han realizado marchas para pedir por la vida y la libertad de la pequeña. Las autoridades ofrecen una recompensa de 200 millones de pesos para quien dé información de su paradero y hasta la Interpol emitió una circular amarilla con foto y datos de la niña.
Ya son siete las personas que están en poder de las autoridades por este caso. Entre ellos un primo de la mamá de la pequeña de 6 años y el hombre que conducía la camioneta. Aún se desconoce el paradero de la menor.