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Reuniones grabadas por la DEA demostrarían que Álvaro Córdoba sí pertenecía a organización criminal

El presidente Petro ya dio luz verde a la extradición de Álvaro Córdoba a Estados Unidos, por delitos de narcotráfico.

Álvaro Córdoba Foto Twitter CordobaAlvaro.jpg
Álvaro Córdoba /
Foto Twitter @CordobaAlvaro

Este miércoles, el presidente Gustavo Petro firmó la extradición de Álvaro Córdoba Ruiz, hermano de la senadora Piedad Córdoba, a Estados Unidos, por delitos relacionados con narcotráfico. Dicha decisión ya había sido avalada por la Corte Suprema de Justicia que, a través de un auto, mostró cuál era el sustento para aprobar el requerimiento de una corte de Nueva York.

En el auto del pasado 17 de agosto, la Sala Penal de la Corte Suprema reveló que hubo reuniones, videoconferencias grabadas en las que participó Álvaro Córdoba Ruiz, en donde hablaba, según la Corte del Distrito Sur de Nueva York, en delitos; allí había agentes encubiertos.

En esa reunión se habló de buscar ayuda para trabajar en Colombia a gran escala y de llevar cocaína a México, con ayuda de una persona que les permitiría transportar hasta 3.000 kilogramos al mes.

“El 10 de agosto de 2021 o alrededor de esa fecha, en Medellín, Colombia o sus proximidades, Córdoba Ruiz, Palacio Mena y CS1 participaron en una reunión grabada legalmente. Durante la reunión, antes de que llegara Córdoba Ruiz, CS-1 declaró que CS-1 estaba contento de que Palacio Mena ya le había dicho a Córdoba Ruiz que iban a empezar a mover kilogramos de cocaína a México. Cuando llegó Córdoba Ruiz, se volvió a presentar por nombre. CS-1 declaró que CS-1 y los socios de CS-1 tenían a alguien que se había ofrecido a ayudarles a mover 3.000 kilogramos por mes”, se lee en el auto de la Corte Suprema.

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Además, también se habla de nexos, incluso, a través de Venezuela y con las disidencias de las Farc, pues, durante otra reunión del 17 de diciembre, “Álvaro Córdoba dijo que, en el campamento de las Farc, donde estaba el comandante, había al menos 300 hombres armados hasta los dientes, con armas para derribar objetos.

“Córdoba Ruiz explicó que el campamento de las Farc estaba en Popayán, Colombia, y se ofreció para hacer arreglos para que CS-1 y CS-2 viajaran allí para reunirse con el comandante para hablar de la cantidad, los precios y la logística. Conforme a las declaraciones que Córdoba Ruiz, Jaramillo Ramírez Y Palacio Mena. (…) CS-1 entendió que los hombres armados del campamento de las Farc y otros recursos de las Farc se usarían para proporcionar seguridad armada para las cargas de cocaína que las Farc les suministrarían a CS-1 y CS-2”, añade el documento.

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Escuche la noticia completa en el audio adjunto:

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