La decisión de Estados Unidos sobre la certificación de Colombia en su lucha contra el narcotráfico se perfila por expertos como un acto más político que técnico, cuyas consecuencias serían contraproducentes para Washington y de impacto simbólico para la población colombiana.
Así lo afirmó Adam Isaacson, director para veeduría de Defensa de WOLA (Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos), en una entrevista con MañanasBlu10:30, donde subraya que la descertificación sería un "hecho de hacer daño a sí mismo" para Estados Unidos.
La posibilidad de una descertificación ha generado gran expectativa, reviviendo el episodio pasado de la descertificación durante el gobierno de Ernesto Samper en los años 90. Sin embargo, Isaacson enfatizó que el contexto actual es diferente y las implicaciones prácticas para el ciudadano común serían mínimas.
Descertificación: un mecanismo más político que técnico
Según Isaacson, aunque la ley de certificación no menciona criterios políticos, el proceso está "politizado muchísimo" desde 2009. El experto señaló que el resultado de la certificación puede depender más de la afinidad política entre los líderes que de los resultados objetivos en la lucha contra la cocaína.
"Imagínense que Colombia con los mismos resultados contra la coca, contra la cocaína, tuviera como presidente alguien como Javier Milei o Nayib Bukele, alguien muy afín a Trump, por supuesto no desertificarían a pesar de la falta de resultados", explicó Isaacson. Considera esta ley una "reliquia de los años del auge de la guerra antidrogas de la época de Ronald Reagan, que no tiene mucha relevancia hoy".
Además, recalca que es "un garrote que puede usar Donald Trump para golpear políticamente a un líder a quien no le guste como Gustavo Petro".Consecuencias geopolíticas para Estados Unidos Para la población colombiana, la descertificación tendría un efecto "mínimo" en la vida diaria.
Isaacson detalló que, si bien la ley contempla recortes a la ayuda estadounidense y un voto negativo en bancos multilaterales como el Banco Mundial o el BID, estas medidas tendrían un impacto limitado.
La ayuda ya se ha reducido significativamente desde el inicio del Gobierno de Trump, y un voto en contra de Estados Unidos no necesariamente bloquearía créditos si otros países votan a favor.
El verdadero golpe es "mucho más simbólico, de prestigio, de imagen", aunque podría afectar el turismo y servir como "argumento" en campañas políticas internas en Colombia.
Por otro lado, las consecuencias para Estados Unidos serían más profundas en el ámbito geopolítico. Isaacson advirtió que recortar la ayuda y el relacionamiento "abre el campo, abre espacio para otros poderes como China".
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