El cambio climático avanza con fuerza en Colombia: expertos alertan sobre sus efectos
El país ya sufre sequías, incendios e inundaciones por el avance del cambio climático.
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El cambio climático avanza a un ritmo más rápido de lo que se preveía y Colombia no es la excepción. Según el estudio publicado en Nature Reviews Earth & Environment, la temperatura global, que en décadas pasadas aumentaba a razón de 0,18 °C por década, se ha acelerado a 0,25 °C entre 2013 y 2022, incluso descontando fenómenos naturales como El Niño. El año 2024 quedó registrado oficialmente como el más cálido de la historia, mientras que los diez años más calurosos se han concentrado en la última década.
Este acelerado calentamiento responde a una combinación de factores: el incremento sostenido de emisiones por la quema de combustibles fósiles, el almacenamiento de calor en los océanos —que alcanzan temperaturas récord en la mayoría de sus cuencas— y la reducción de aerosoles contaminantes que antes actuaban como barrera frente a la radiación solar.
Colombia, pese a no ser un gran emisor de gases de efecto invernadero, figura entre los países más vulnerables a la crisis climática. De acuerdo con el más reciente informe de Climate Central, la Cruz Roja Internacional y World Weather Attribution, entre mayo de 2024 y mayo de 2025, el país experimentó 88 días de calor extremo, de los cuales 81 fueron directamente atribuibles al cambio climático de origen humano.
“El calentamiento global de origen antropogénico es una realidad. Sus consecuencias no solo son ambientales, sino también económicas, sociales y sanitarias. La descarbonización de la economía global es un asunto de supervivencia”, afirmó Camilo Prieto Valderrama, profesor y experto en cambio climático de la Universidad Javeriana.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha advertido que los impactos del cambio climático se manifiestan de forma directa e indirecta en problemas de salud respiratoria y cardiovascular, inseguridad alimentaria, abastecimiento de agua, propagación de enfermedades relacionadas con el calor e, incluso, en conflictos sociales.
En el caso colombiano, los efectos ya se evidencian: el primer semestre de 2025 estuvo marcado por sequías, incendios forestales, inundaciones y deslizamientos de tierra, fenómenos que se asocian con la alteración de patrones climáticos y temperaturas globales anómalas.
El país se ha comprometido a reducir en un 51 % sus emisiones de gases de efecto invernadero para 2030. Sin embargo, cumplir con esa meta exige mayores inversiones sostenidas, voluntad política real y acciones más ambiciosas de mitigación y adaptación.
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“El ritmo acelerado del calentamiento global no es una amenaza lejana; es una realidad que ya vivimos en Colombia. Los fenómenos meteorológicos extremos arrasan comunidades y amenazan ecosistemas vitales. Por ello, las acciones deben tomarse con la urgencia que la situación demanda”, concluyó Prieto.