La selva amazónica está pasando lentamente a un nuevo clima ‘hipertropical’, más cálido y con sequías más frecuentes e intensas, unas condiciones que no se habían visto en la Tierra desde hace decenas de millones de años y que exponen a los árboles a un estrés mortal.Un estudio encabezado por la Universidad de California en Berkeley (EE. UU.) prevé que si se siguen emitiendo altos niveles de gases de efecto invernadero, las condiciones de ‘sequía cálida’ podrían volverse más frecuentes en toda la Amazonía para 2100, hasta 150 días al año, incluso en la temporada húmeda.¿Qué pasaría si la Amazonía se vuelve hipertropical?Esta nueva situación podría provocar la muerte generalizada de árboles y afectar a la capacidad de la Tierra para hacer frente al aumento de los niveles de dióxido de carbono atmosférico, ya que los bosques tropicales de todo el mundo absorben más emisiones de carbono humanas que cualquier otro bioma.Informes recientes han detectado un aumento del dióxido de carbono atmosférico tras las graves sequías en la Amazonía, lo que demuestra que el clima en los trópicos tiene un impacto cuantificable en el balance de carbono del planeta.Los científicos se refieren al nuevo régimen climático, o bioma, como los hipertrópicos, que está surgiendo debido al calentamiento global, el cual prolonga la típica estación seca de julio a septiembre, puesto que origina temperaturas más altas de lo normal.“Cuando se producen estas sequías cálidas, ese es el clima que asociamos con un bosque hipertropical, porque supera los límites de lo que consideramos actualmente un bosque tropical”, señaló el director del estudio, Jeff Chambers, en un comunicado de la Universidad de California en Berkeley.El estudio que publica Nature documenta que las condiciones de sequía y calor estresan a los árboles y aumentan su tasa normal de mortalidad.Los investigadores descubrieron por qué los árboles mueren en condiciones hipertropicales, que ahora solo se producen durante unos pocos días o semanas durante sequías extremas.Una vez que el contenido de humedad del suelo por volumen disminuye a aproximadamente un tercio, los árboles dejan de capturar carbono, mueren de inanición o desarrollan burbujas de aire en su savia.“Demostramos que los árboles de crecimiento rápido y baja densidad de madera eran más vulnerables y morían en mayor número que los árboles de alta densidad de madera”, precisó el investigador, que investiga sobre la Amazonía desde 1993 y en buena parte con el Instituto Nacional de Pesquisas da Amazônia (INPA) en Manaos.Además, es probable que las condiciones hipertropicales aparezcan fuera de la Amazonía, en las selvas tropicales del África occidental y en todo el sudeste asiático.El investigador hizo hincapié en que se prevé el peor de los resultados si la sociedad hace muy poco para reducir las emisiones de dióxido de carbono que provocan el cambio climático.“Depende de nosotros hasta qué punto vamos a crear realmente este clima hipertropical”, indicó Chambers, y advirtió de que si se sigue emitiendo gases de efecto invernadero sin control: “Entonces crearemos este clima hipertropical antes”.
La moda sostenible está dejando de ser un concepto aspiracional para convertirse en un interés real entre los colombianos. Así lo revela un estudio de Ipsos Colombia, desarrollado a través de su comunidad cualitativa CONECTAD@S, que exploró cómo están cambiando las formas de consumir ropa, qué valores influyen en las decisiones de compra y de qué manera las personas están integrando la sostenibilidad en su día a día.El estudio, que incluyó a 163 participantes de estratos 2 y 3, encontró una comunidad diversa en motivaciones y comportamientos. Las mujeres representan el 67 % de los participantes, y el grupo etario más numeroso se ubica entre los 35 y 44 años. Pese a las diferencias generacionales, la mayoría coincide en algo: la preocupación por el impacto ambiental está presente, aunque todavía convive con otros factores que moldean las decisiones finales. Muestra de ello es que un 60 % ya contempla opciones como la reventa o el alquiler, mientras que un 30 % asegura que la sostenibilidad influye de manera decisiva en su elección de compra.En materia de durabilidad, las percepciones también están evolucionando. Los consultados entienden este concepto más allá de la simple resistencia física: esperan que una prenda conserve su funcionalidad y estética durante al menos tres años, y el 70 % asocia esa permanencia a la versatilidad, es decir, a que pueda acompañarlos en distintos momentos de la vida. Este hallazgo señala una oportunidad para las marcas, que pueden fortalecer la comunicación sobre materiales de calidad, origen responsable y prácticas sostenibles, aspectos que un 30 % de los encuestados asegura priorizar.El componente emocional aparece como un factor clave en la relación con la moda. Entre el 30 % y 35 % de los participantes afirma conservar prendas por razones sentimentales: regalos, recuerdos personales o piezas que representan hitos de vida. Esta conexión afectiva no solo prolonga la vida útil de la ropa, sino que se convierte en un punto de encuentro entre marcas y consumidores, donde la sostenibilidad no solo se mide en impactos ambientales, sino también en historias que se vuelven significativas.En ese sentido, el estudio plantea que la construcción de marca también está cambiando. Los consumidores buscan cercanía, mensajes claros sobre el propósito y experiencias que trasciendan la compra. Las empresas del sector tienen el desafío de volver tangible la sostenibilidad, traducirla en características visibles y convertirla en un valor cotidiano, deseable y accesible.La moda sostenible en el país, más que una tendencia, es un movimiento cultural en desarrollo. A medida que crece el interés y mejora la comprensión del consumidor, la industria colombiana se encuentra frente a un escenario prometedor: innovar, educar y ofrecer propuestas que armonicen conciencia ambiental, durabilidad y experiencias significativas. El camino, aunque apenas comienza, promete redefinir la manera en que los colombianos se relacionan con lo que visten.
Una buena noticia llegó para el ecosistema marino en medio del cambio climático. Profesores y estudiantes del Laboratorio de Biología Molecular Marina de la Universidad de Los Andes presentaron Seasprout, una tecnología que promete revolucionar la restauración de ecosistemas marinos. Este avance —actualmente en evaluación de patentabilidad— permite recuperar, en cuestión de meses, estructuras naturales que tardan hasta un siglo en formarse de manera espontánea, como los rodolitos y las praderas submarinas que sirven de refugio y soporte para una enorme diversidad de especies.Los rodolitos, algas coralinas que se calcifican hasta formar piedras vivas, desempeñan un papel clave en la creación de hábitats submarinos, la estabilización del fondo marino y la captura de carbono. Con Seasprout, los investigadores diseñaron rodolitos artificiales: sustratos biomiméticos, porosos y altamente estables que permiten que las algas coralinas y comunidades microbianas beneficiosas se adhieran y vuelvan a crecer. Cada nueva capa de calcificación fija carbono, acelerando la regeneración y fortaleciendo la función ecológica de estas estructuras.Esta innovación forma parte de los desarrollos más destacados de Sierra Valley, el primer laboratorio territorial de sostenibilidad del país, impulsado por AJE y la Alcaldía de Santa Marta. El proyecto busca demostrar cómo la ciencia y la tecnología pueden transformar la biodiversidad en prosperidad compartida, posicionando a Colombia como un referente internacional en transición climática. “Lo más poderoso de esta tecnología es que conecta la ciencia con las comunidades costeras. No solo se restauran ecosistemas, sino que también se crean nuevos oficios, se activan cadenas de valor que antes no existían y se promueve una relación más sostenible con el medio ambiente”, afirmó Uriel Sánchez, CEO de Seasprout.Esta tecnología es una invitación a sumar esfuerzos para que Colombia lidere, desde el Caribe, un modelo de desarrollo que inspire a otras ciudades del mundo: uno en el que la biodiversidad se convierte en motor de prosperidad compartida y las crisis ambientales se transforman en oportunidades para innovar y regenerar.
El Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible expidió una nueva resolución que reglamenta la Ley 2173 de 2021, una norma que busca promover la restauración ecológica del territorio nacional a través de la siembra de árboles y la creación de Áreas de Vida en todos los municipios del país.Estas Áreas de Vida serán zonas definidas por las alcaldías, en coordinación con las autoridades ambientales, para desarrollar programas de plantación, conservación y mantenimiento de especies nativas. Según la resolución, los municipios tendrán un plazo de seis meses para identificar y delimitar estas zonas, las cuales deberán ser reportadas al Ministerio para su registro oficial.La reglamentación también establece que las medianas y grandes empresas deberán participar en jornadas de siembra, elaborar planes de restauración y presentar informes de cumplimiento. Por su parte, las personas naturales que participen recibirán el Certificado “Siembra Vida Buen Ciudadano”, mientras que las empresas obtendrán el “Siembra Vida Empresarial”, ambos gratuitos y válidos por un año.El documento incluye la participación activa de comunidades indígenas, reconociendo su autonomía en la definición de lineamientos ambientales y el manejo sostenible de los bosques.Con esta medida, el Gobierno busca fortalecer las políticas de restauración ecológica, gestión forestal y lucha contra la deforestación, en línea con el Plan Nacional de Desarrollo “Colombia Potencia Mundial de la Vida”.
Momentos de angustia se vivieron durante un concierto independiente en Perú, luego de que el vocalista de la banda Mi Mejor Amigo Scott sufriera una fuerte descarga eléctrica apenas segundos después de subir al escenario. El hecho, que quedó registrado en video y se viralizó en redes sociales, estuvo a punto de terminar en tragedia.El cantante Carlos Suárez acababa de tomar el micrófono para dirigirse al público cuando recibió una descarga que lo paralizó de inmediato. En las imágenes se observa cómo grita, cae al suelo y permanece inmóvil durante varios segundos, con el micrófono presionado contra su cuello sin poder soltarse. Varias personas subieron rápidamente al escenario para auxiliarlo y evitar que la situación se agravara.Tras el incidente, Suárez fue trasladado de urgencia a un hospital de Lima, donde recibió atención médica. De acuerdo con la información conocida hasta el momento, su estado de salud es estable y no presenta lesiones de gravedad que comprometan su vida, aunque sí sufrió quemaduras en el cuello.¿Qué ocurrió durante el concierto en Perú?A través de un video publicado en sus redes sociales, el propio cantante explicó que el accidente fue consecuencia de fallas eléctricas que se presentaron a lo largo de toda la jornada musical. Según su relato, al subir al escenario conectó su guitarra y, al tocar el micrófono, recibió una descarga eléctrica que duró aproximadamente siete segundos, tiempo en el que quedó completamente paralizado.El micrófono, al quedar adherido a su cuello, le provocó dos quemaduras de primer grado. Suárez aclaró que nunca perdió el conocimiento y que, pese al shock inicial, se mantuvo consciente hasta recibir atención médica.La rápida reacción de un baterista de otra banda y de un sonidista fue clave para evitar un desenlace fatal. Ambos desconectaron de inmediato los cables de energía, lo que permitió que el cantante pudiera reaccionar y ser asistido. Posteriormente, fue llevado directamente al centro médico para una evaluación completa.Carlos Suárez también se refirió a las posibles causas técnicas del accidente. Indicó que el lugar no contaba con una instalación adecuada del backline, ya que equipos de alto voltaje habrían sido conectados a tomas de corriente sin las condiciones de seguridad necesarias. Aunque calificó el hecho como una situación inesperada y de mala fortuna, evitó responsabilizar directamente a los organizadores del evento.No obstante, sí hizo un señalamiento puntual contra el sonidista Armando Luque, a quien identificó como el encargado del sonido y propietario de los equipos. Según Suárez, esta persona debía conocer la correcta conexión del material técnico, por lo que no descartó iniciar acciones legales en su contra.
El Clan del Golfo vive de cobros en actividades como la minería ilegal, además de la extorsión y el microtráfico, y tuvo el negocio del tráfico de migrantes en su momento más álgido en el Tapón del Darién.¿Quiénes son los cabecillas del Clan del Golfo y cuáles son sus orígenes? Se trata de una organización de narcotráfico que inicialmente se llamó Los Urabeños, luego Autodefensas Gaitanistas de Colombia y que hoy es conocida como Clan del Golfo. Su mayor injerencia se concentra en la subregión de Urabá, por su cercanía a la frontera con Panamá y los accesos estratégicos a las costas del Pacífico y el Caribe desde Antioquia y Chocó. Actualmente, este grupo armado mantiene conversaciones en el marco de la política de paz total con el gobierno del presidente Gustavo Petro.Los inicios de esta organización terrorista transnacional, como fue declarada por el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos, se remontan al año 2006, cuando Vicente Castaño, de las Autodefensas Unidas de Colombia, se apartó del proceso de paz y reclutó a Ever Veloza García, alias ‘HH’, y a Daniel Rendón Herrera, alias ‘Don Mario’, con cerca de 800 hombres para iniciar una nueva estructura criminal.Un año después, alias ‘Don Mario’ asumió el liderazgo como principal cabecilla y expandió el poder del grupo desde Urabá hacia el Bajo Cauca, el norte y nordeste antioqueño, el área metropolitana de Medellín y el sur de Córdoba.‘Don Mario’ fue capturado en abril de 2009 en Urabá y, tras su caída, el Clan del Golfo quedó bajo el control de dos hermanos que habían pertenecido al Ejército Popular de Liberación (EPL): Juan de Dios Úsuga, alias ‘Giovanni’, y Dairo Antonio Úsuga, alias ‘Otoniel’.Estos cabecillas corrieron con la misma suerte de otros miembros del Estado Mayor. En enero de 2012, ‘Giovanni’, considerado el cerebro estratégico de la organización, fue dado de baja durante una operación de la Policía en el departamento del Chocó. En 2021, en el marco de la ‘Operación Agamenón’, que tuvo varias fases y dejó también la muerte de otros líderes como Roberto Vargas Gutiérrez, alias ‘Gavilán’, y Luis Orlando Padierna, alias ‘Inglaterra’, ‘Otoniel’ fue capturado.En mayo de 2022, ‘Otoniel’ fue extraditado a Estados Unidos e imputado por una corte de Nueva York por participar en una empresa criminal y conspirar para fabricar y distribuir cocaína hacia ese país. Posteriormente, fue condenado a 45 años de prisión.Tras su extradición, el liderazgo del Clan del Golfo quedó en manos de Jobanis de Jesús Ávila Villadiego, alias ‘Chiquito Malo’, quien desde entonces ha solicitado ser incluido en la política de paz total del Gobierno Nacional, con acercamientos que solo se concretaron este año.“Es una estructura que tiene un poder muy grande. Su epicentro es Urabá, tiene una fuerte presencia en la mayor parte del departamento de Antioquia, incluye el Valle de Aburrá y tiene presencia en más de 20 departamentos. Hoy se considera la estructura armada, organizada e ilegal más grande de Colombia”, aseguró Fernando Quijano, analista de conflictos y director de la Corporación Corpades.Debajo de ‘Chiquito Malo’, aunque en marzo de 2023 fue asesinado Wilmer Antonio Giraldo Quiroz, alias ‘Siopas’, permanecen otros mandos clave del Clan del Golfo que hacen parte del Estado Mayor. Entre ellos están José Gonzalo Sánchez, alias ‘Gonzalito’, considerado el segundo al mando, así como Orosman Ostén Blanco, alias ‘Rodrigo Flechas’, alias ‘Julián’ y alias ‘Joaquín’, quienes, según Quijano, ejercen control en amplias zonas del territorio antioqueño.“En Antioquia está ubicado un núcleo donde viven más de 5.000 miembros. Si uno observa los movimientos hacia la subregión norte, los desplazamientos entre el sur de Bolívar y el nordeste antioqueño, así como los flujos desde el Magdalena Medio hacia el oriente antioqueño y el suroeste”, agregó el analista.
El Ejército confirmó la captura de siete militares en servicio activo, cuatro oficiales y tres suboficiales, en el marco de un proceso judicial adelantado por la Fiscalía por el delito de peculado por apropiación. Las detenciones se realizaron en las últimas horas como parte de un trabajo articulado entre la Contrainteligencia Militar, la Policía Nacional y la Fiscalía.Según el Comando del Ejército, los procedimientos se llevaron a cabo de manera simultánea en Popayán (Cauca), Ocaña (Norte de Santander), Pasto (Nariño), Tolemaida (Cundinamarca) y en el Fuerte Militar de Larandia, en Caquetá, dando cumplimiento a órdenes judiciales vigentes.Las investigaciones, que se extendieron por más de siete meses, permitieron establecer que los capturados estarían presuntamente vinculados a irregularidades en manejos administrativos y a hechos de corrupción, lo que motivó la apertura del proceso penal en su contra. Entre los actos investigados están la venta de permisos y la falsificación de documentos.Los militares fueron dejados a disposición de las autoridades competentes para avanzar en su respectiva judicialización, mientras continúan las actuaciones judiciales para esclarecer los hechos.“El Ejército Nacional reiteró su compromiso con la transparencia, la legalidad y la honestidad institucional, y aseguró que brinda pleno respaldo a las autoridades judiciales”, indicó la institución, que confirmó que ya fueron iniciados los procesos disciplinarios y administrativos internos, garantizando el debido proceso.
La inclusión del Clan del Golfo como organización terrorista transnacional y el paro armado anunciado por el ELN volvieron a poner sobre la mesa una pregunta que inquieta a muchos colombianos: ¿podría Estados Unidos intervenir militarmente en Colombia? El tema tomó fuerza tras pronunciamientos recientes de la embajada estadounidense y el endurecimiento de su postura frente a grupos criminales con alcance regional.En entrevista con Mañanas Blu este 16 de diciembre, el excanciller y exembajador en Washington, Luis Gilberto Murillo, respondió con cautela, pero dejó claro que ese escenario debe evitarse. “Eso sería una violación a la soberanía”, señaló, al tiempo que insistió en que el camino debe ser diplomático y estratégico, no ideológico.Luis Gilberto Murillo arremete contra Petro y su 'Paz Total'Murillo explicó que el principal reto está en recomponer la relación bilateral. “Hay que reabrir los canales de interlocución con el gobierno de los Estados Unidos”, dijo, subrayando que existen “amenazas comunes” relacionadas con grupos transnacionales dedicados al crimen.Para el excanciller, el país necesita una relación sólida con Washington. “Colombia necesita de una relación sólida con Estados Unidos para enfrentar esas amenazas”, afirmó, haciendo énfasis en cooperación en inteligencia, control de flujos financieros ilegales y desmantelamiento de redes criminales.También fue crítico con los resultados de la política actual. “La realidad de hoy es que no salió bien lo de la política de Paz Total”, aseguró, planteando la necesidad de revisar las estrategias frente a estructuras como el ELN y el Clan del Golfo.ELN y Clan del Golfo: “No se combate solo con fuerza”Murillo fue enfático en que la lucha contra estos grupos no puede limitarse a operaciones militares. “La lucha contra el ELN no se gana simplemente con la fuerza en el territorio”, dijo, y agregó que se requiere “inteligencia, cooperación internacional y capacidad estatal”.Recordó que el paro armado del ELN es “inaceptable” y “un atentado contra la dignidad de los derechos fundamentales de los colombianos”, especialmente en regiones como el Chocó, donde, según dijo, “cada dos meses están haciendo un paro armado”.En ese contexto, propuso explorar mecanismos distintos, como esquemas de sometimiento. “Estados Unidos tiene mucha experiencia en eso desde los 70 con la ley RICO”, afirmó, señalando que Colombia puede adaptar herramientas jurídicas para enfrentar redes criminales sin agenda política real.“Hay un grave problema de interlocución con Estados Unidos”, afirma MurilloSobre el riesgo de una intervención extranjera, Murillo fue claro en que el objetivo debe ser evitarlo. “Yo esperaría que no”, dijo, pero advirtió que sin diálogo el riesgo aumenta. “Si no hay una conversación sobre el tema, va a ser muy difícil”, señaló.Finalmente, insistió en que Colombia debe enviar mensajes claros. “No puede pasar de ser un aliado principal de Estados Unidos a un país sin comunicación ni cooperación”, concluyó, reiterando que la diplomacia y la coordinación internacional son clave para enfrentar amenazas que ya no son solo internas, sino transnacionales.
Este martes se llevó a cabo la reunión del directorio nacional del Partido Conservador para elegir su nueva directiva y discutir el mecanismo de elección del candidato presidencial.El senador Efraín Cepeda, presidente del partido, electo por unanimidad, anunció que la colectividad no participará en una consulta interpartidista en marzo de 2026 para definir al aspirante de la centroderecha a la Presidencia de la República, sino que el abanderado de esa colectividad se mediría con otros aspirantes en una encuesta, debido a que no hay consenso para ir a la consulta.“Veo remoto que participemos en una consulta interpartidista”, dijo el senador a la salida de la reunión.Sin embargo, dejó claro que está abierto a buscar acuerdos que logren unanimidad sobre el método para definir el nombre que apoyarán los conservadores a la Presidencia.“Quiero buscar los consensos. Hoy estuvieron presentes algunos de los precandidatos y expresidentes del directorio, quienes propusieron unas convenciones descentralizadas mixtas; pueden ser virtuales, pero vamos a reunirnos formalmente y vamos a encontrar ese consenso para el mecanismo”, dijo.Electo por cuarta vezCepeda es presidente del conservatismo por cuarta vez y la meta será impulsar el cambio de modelo de gobierno en las elecciones de Congreso y Presidencia, señaló, tal como lo ha hecho desde el Senado de la República en el presente cuatrienio.En la directiva lo acompañan como vicepresidente Juan Camilo Cárdenas, actual candidato a la Cámara de Representantes por el departamento del Quindío, y Adolfo Pineda García, secretario general.
En un esfuerzo por reducir el impacto ambiental y promover un consumo más responsable, la compañía Mabe, junto a Red Verde y Orinoco E-Scrap, lidera una iniciativa nacional que busca incentivar el cambio de electrodomésticos antiguos por equipos más eficientes. La propuesta incluye beneficios tributarios para los hogares de estratos 1, 2 y 3 que entreguen su nevera vieja y adquieran una nueva con mejor rendimiento energético.De esta alianza nació el programa Green Cycle, que no solo promueve el reciclaje responsable, sino que también educa a los consumidores sobre la correcta disposición de los residuos eléctricos y electrónicos (RAEE), una problemática que ha crecido un 82% a nivel global desde 2010, según el Global E-Waste Monitor 2024.Gracias al incentivo tributario, quienes participen en el programa podrán pagar solo el 5% del IVA en la compra de su nueva nevera, siempre que entreguen la antigua en un punto autorizado y que el valor del electrodoméstico no supere los 30 UVT. Este mecanismo busca facilitar la sustitución de equipos ineficientes y garantizar que las unidades recolectadas sean tratadas bajo normas ambientales seguras.En el corazón del proceso se encuentra Orinoco E-Scrap, una planta ubicada en Funza, Cundinamarca, donde se realiza la recolección, desmantelamiento y procesamiento de los electrodomésticos desechados. Allí opera Fiona, una de las máquinas más avanzadas de América Latina, capaz de procesar hasta una tonelada de residuos por hora, separando metales, plásticos y gases de manera automatizada.En lo corrido de 2025, Mabe y Red Verde han gestionado más de 1.600 toneladas de residuos electrónicos, con la meta de alcanzar 2.000 toneladas al cierre del año y 22.000 para 2030, consolidando un modelo de economía circular que combina innovación tecnológica, responsabilidad empresarial y compromiso ciudadano.Durante el conversatorio “Cómo deshacerte de tu electrodoméstico viejo sin dañar el planeta”, los voceros de Mabe y sus aliados destacaron que la transformación empieza en casa. Cada nevera entregada representa un paso hacia la sostenibilidad y una oportunidad para que más familias colombianas accedan a tecnología eficiente sin sacrificar el medio ambiente.Así, esta iniciativa demuestra que una acción pequeña —como reemplazar una nevera— puede generar un impacto colectivo en favor del planeta.Escuche aquí de qué se trata:
Bajo la premisa de lograr un Tumaco limpio, justo y lleno de vida, niñas, niños y adolescentes de la Red Nacional de Participación Lideramos el Cambio se unieron para investigar, analizar y proponer soluciones frente a uno de los mayores desafíos ambientales del municipio: la contaminación por residuos plásticos en los cuerpos de agua.Durante varios meses, este grupo juvenil identificó cómo la acumulación de basura en playas, mares y puentes de Tumaco refleja una grave deficiencia en los sistemas de recolección y disposición de residuos, una situación que pone en riesgo su derecho a un ambiente sano y el bienestar de toda la comunidad.Según los participantes, la falta de educación ambiental, la ausencia de infraestructura para depositar adecuadamente la basura y la poca articulación institucional han provocado una “emergencia silenciosa” que afecta directamente los ecosistemas costeros. “Podríamos contar con un espacio más limpio, pero con la ayuda de nuestra comunidad y de las autoridades, para así mantener un ecosistema y preservar la riqueza biocultural de nuestro territorio”, expresó Milagros, una participante de 13 años.Con el objetivo de generar conciencia y movilizar acciones concretas, los jóvenes lanzarán este jueves 16 de octubre la campaña “A cuidar y reciclar porque Tumaco merece brillar”, un proyecto que combina creatividad, liderazgo y educación ambiental. El proyecto, desarrollado junto a un equipo creativo bajo la metodología SHIFT de Save the Children, permitió que 32 niñas, niños y adolescentes construyeran una campaña de incidencia ambiental desde su propia experiencia. En el proceso crearon una canción original, una caja de herramientas digital con identidad visual, afiches, un mural colectivo, videos y contenido para redes sociales, todo con un mismo propósito: inspirar a Tumaco a cuidar el agua y actuar frente al cambio climático.
Santa Marta se prepara para dar un salto histórico hacia la sostenibilidad con el lanzamiento de Sierra Valley, una innovadora iniciativa liderada por AJE que busca convertir a la ciudad en la Capital Verde del Caribe. Este proyecto, pionero en Colombia, busca transformar los desafíos ambientales y sociales en motores de inclusión, innovación y competitividad, proyectando un impacto nacional e internacional.Sierra Valley se alinea con los instrumentos de política de la ciudad, como la Política de Emprendimiento e Innovación 2024-2035 y la Ruta 500+, que buscan impulsar el desarrollo económico sostenible. La iniciativa busca articular a diferentes actores para potenciar la riqueza natural y cultural de la región, promoviendo una economía regenerativa y del conocimiento.La iniciativa cuenta con seis motores de transformación:Territorio, Cultura y Comunidades: enfocado en el desarrollo comunitario y la preservación cultural.Soluciones basadas en la Naturaleza: busca implementar soluciones naturales para problemas ambientales.Innovación para la Sostenibilidad: impulsa la innovación y el desarrollo sostenible.Finanzas e inversión para la transición: gestiona recursos financieros para proyectos sostenibles.Riesgos y oportunidades climáticas: identifica y aborda los riesgos climáticos y busca oportunidades de desarrollo sostenible.Educación y formación para la transición: capacita a las comunidades para la transición hacia la sostenibilidad.Entre las apuestas innovadoras de Sierra Valley se encuentra Seasprout, una tecnología colombiana que acelera la regeneración de ecosistemas marinos, restaurando corales y praderas submarinas en meses, con beneficios en biodiversidad y captura de carbono.Con este proyecto, Santa Marta se proyecta como un escenario de referencia internacional en sostenibilidad y desarrollo, donde las crisis se convierten en oportunidades y la biodiversidad se transforma en prosperidad compartida. La ciudad busca inspirar a otras urbes del mundo a adoptar modelos de transición climática y desarrollo sostenible.
Consciente de los grandes desafíos que enfrenta la biodiversidad, la Fundación Santo Domingo asumirá en Colombia la implementación de la Iniciativa Impacto Jaguar, un esfuerzo regional impulsado por el brazo de innovación y capital emprendedor del Grupo Banco Interamericano de Desarrollo (BID Lab), que busca transformar la manera en que se financia la conservación del capital natural.La iniciativa propone un Sistema Colaborativo de Financiamiento Basado en Resultados (FBR), que tomará al jaguar como especie emblemática para movilizar actores y canalizar recursos públicos, privados e internacionales hacia metas verificables de restauración, conservación y desarrollo socioambiental.A diferencia de los modelos tradicionales, en los que los recursos se asignan por actividades ejecutadas, esta plataforma innovadora vincula el desembolso de fondos al cumplimiento de resultados previamente definidos, promoviendo así mayor eficiencia, transparencia y sostenibilidad en la inversión. Con una inversión inicial estimada en USD 3,5 millones, el sistema impulsará proyectos que integren ciencia, innovación y gobernanza colaborativa para proteger los hábitats críticos del jaguar y de las 85 especies que dependen de su equilibrio ecológico.“Con la Iniciativa Impacto Jaguar queremos demostrar que es posible unir conservación y desarrollo social bajo un mismo modelo de resultados. Este proyecto no solo busca proteger hábitats estratégicos, sino también generar oportunidades para las comunidades que los habitan, integrando ciencia, innovación y financiamiento sostenible”, afirmó Daniel González, Director de Inversión Social de la Fundación Santo Domingo.El jaguar, felino icónico de América y guardián de los ecosistemas tropicales, ha perdido el 39 % de su hábitat en Colombia, según la UICN. Esta pérdida no solo amenaza su supervivencia, sino que compromete regiones vitales para el planeta como la Amazonía, el Chocó biogeográfico y la Orinoquía, de donde proviene hasta el 70 % del agua del país y se almacenan más de 8.000 millones de toneladas de carbono.Colombia, en el marco del Convenio sobre la Diversidad Biológica y del Marco Global de Biodiversidad de Kunming-Montreal, se ha comprometido a conservar de manera efectiva al menos el 30 % de sus áreas terrestres y marinas para 2030. Este objetivo requiere fortalecer los esquemas de conservación, restauración y uso sostenible, así como movilizar recursos mediante mecanismos innovadores como pagos por resultados o bonos de biodiversidad.
Durante el segundo trimestre de 2025, las alertas de deforestación en la Amazonía colombiana disminuyeron un 16 % respecto al mismo periodo del año anterior, de acuerdo con el Boletín Trimestral de Detección Temprana de Deforestación publicado por el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam).Entre abril y junio se estimó una pérdida de 1.198 hectáreas de bosque, frente a las 1.419 registradas en 2024, siendo la segunda cifra más baja de los últimos cinco años.El informe detalla que las mayores reducciones se concentraron en los departamentos de Meta, con 345 hectáreas menos, y Caquetá, con una disminución de 213. Sin embargo, en Guaviare y Putumayo las alertas aumentaron en 167 y 140 hectáreas, respectivamente. A nivel nacional, solo se identificó un núcleo de alerta temprana, la cifra más baja estimada en el mismo periodo desde 2020.Los municipios más afectados fueron Vistahermosa (Meta), Valle del Guamuez (Putumayo), El Retorno y Calamar (Guaviare). Las principales causas de pérdida de bosque identificadas fueron la praderización con fines de acaparamiento de tierras, la expansión agrícola industrial y la construcción de infraestructura de transporte no planificada.
La representante a la Cámara, Carolina Giraldo, junto a un grupo de veedores ambientales, está liderando una denuncia sobre un proyecto urbanístico en Dosquebradas, Risaralda, conocido como Bonaire.En diálogo con Mañanas Blu, con Camila Zuluaga, manifestó su preocupación por lo que está pasando en Dosquebradas. Y es que la controversia se centra en la presunta violación de normas de conservación y uso de suelo, ya que la construcción se está llevando a cabo en una de las pocas zonas verdes que quedan allí.La representante subrayó la necesidad de "repensar” cómo se están llevando a cabo las construcciones en las ciudades y municipios, porque muchas veces están quedando, según dijo, “puntos grises en medio de un paisaje hermoso del paisaje cultural cafetero”.La lucha ambiental y el déficit de espacio públicoLa zona afectada es una "zona verde, propiedad del municipio muy importante". Esta área se encuentra en el barrio Campestre D y es crucial, considerando que "Dosquebradas tiene 1.45 metros cuadrados por habitante”, espacio público, es decir, hace falta “muchísimo espacio público".Señaló que, además de ser un bien municipal, la zona cuenta con un guadual y está situada "al lado de una quebrada". Según el Plan de Ordenamiento Territorial (POT), esta área está definida como "zona de protección del recurso hídrico".A pesar de la presunta vocación ambiental del terreno, el proyecto implica la construcción de unos edificios, los segundos más altos de Dosquebradas, de hasta 16 pisos, de acuerdo con Giraldo.Este desarrollo está causando un impacto ecológico inmediato. Giraldo explicó que la fauna está siendo desplazada y los animales allí están “saliendo”, como serpientes, zarigüeyas, iguanas y otras especies que, añadió, están "desplazadas y desorientadas”.Aunque no han comenzado los edificios, la constructora está "moviendo tierra" y tumbando tanto "los árboles que había sembrado la comunidad" como "buena parte del guadual". Giraldo teme que hayan tumbado "más allá de lo que les habían dado permiso".La principal "suspicacia" radica en la forma en que se han gestionado los permisos en relación con el Plan de Ordenamiento Territorial. Giraldo sostuvo que el POT actual, aprobado en 2024, define claramente esta zona como "una zona de protección ambiental del recurso hídrico".Inicialmente, el concepto técnico de la Corporación Autónoma Regional de Risaralda (CDER) fue negativo, según aseveró la representante.“Los primeros permisos que otorgó la CDER no los otorgó, es decir, el concepto técnico de la CDER salió en contra, o sea, les dijeron: 'Ahí no se puede constituir'". Sin embargo, la situación cambió.Según la representante, esto se debe a que las autoridades optaron por remitirse a la normativa antigua. El POT anterior, de la primera generación del año 2000, "no tenían las consideraciones ambientales" adecuadas.Escuche la entrevista completa aquí:
El páramo de Sonsón, en Antioquia, acaba de revelar un secreto natural: la Pleurothallis maitamae, una orquídea inédita para la ciencia que habita en el ecosistema del DRMI Páramo de Vida Maitamá – Sonsón. Su hallazgo la convierte en un símbolo de la biodiversidad que resguarda esta zona del país.La historia comenzó en 2019, cuando un grupo de jóvenes registró fotos de orquídeas silvestres durante una caminata. Aquellas imágenes se transformaron en el punto de partida para confirmar que se trataba de una especie nunca antes descrita, bautizada en honor al Cacique Maitamá, líder indígena del cañón del río Arma.De porte mediano, flores crema con manchas púrpura, pétalos en forma de “S” y un labelo trilobado con lóbulos en forma de cuerno, esta orquídea resalta por rasgos que la diferencian del resto de su familia. Habita entre los 2.600 y 3.300 metros de altitud, justo en la transición entre el bosque altoandino y el subpáramo.“El descubrimiento de esta especie nos llena de orgullo y demuestra que nuestros páramos siguen guardando secretos que solo la ciencia y la participación comunitaria pueden revelar”, afirmó David Echeverri López, jefe de la Oficina de Gestión de la Biodiversidad de CornareAunque su presencia está dentro de un área protegida, la distribución de la Pleurothallis maitamae es muy limitada. Por eso, expertos advierten que será clave fortalecer los procesos de monitoreo y conservación, así como proteger el páramo de amenazas como el turismo no regulado, los incendios forestales y las especies invasoras.Este descubrimiento no solo resalta la riqueza biológica de Sonsón, en el Oriente de Antioquia, también confirma que los páramos colombianos siguen guardando tesoros naturales capaces de sorprender al mundo.
La Fundación Parque Jaime Duque anunció una noticia histórica para la biodiversidad nacional, el nacimiento de Wayra, la nueva cría de cóndor andino, hermana de Rafiki. El acontecimiento tuvo lugar este 20 de septiembre, fecha en que Colombia celebra el Día del Amor y la Amistad, y llega como un regalo de unión y vida en torno a la conservación.Wayra, cuyo nombre significa “Diosa del Viento”, simboliza fuerza, libertad y esperanza. Su llegada no solo refuerza el legado de su hermano Rafiki, nacido años atrás en el mismo programa, sino que también representa un avance fundamental en los esfuerzos por proteger al cóndor andino, especie emblemática y símbolo nacional de Colombia.Actualmente, se estima que solo existen cerca de 150 cóndores en vida silvestre en el país, lo que hace que cada nuevo nacimiento sea un triunfo para la ciencia y la cultura. El Programa de Conservación del Cóndor Andino, liderado por la Fundación Parque Jaime Duque, ha demostrado importantes avances en el proceso reproductivo de esta especie, garantizando pasos firmes hacia su supervivencia.El nacimiento de Wayra es también un llamado a la acción. La Fundación invita a ciudadanos, aliados y amantes de la biodiversidad a sumarse al programa de conservación a través de elvueloderafiki.com, donde podrán apoyar con donaciones y conocer más sobre la iniciativa.En los próximos meses, las redes sociales de la Fundación compartirán el crecimiento y evolución de Wayra y Rafiki, dos símbolos de esperanza que recuerdan la importancia de unir esfuerzos para proteger al majestuoso guardián de los Andes.
El agujero de ozono sobre el Antártico alcanzó los 21,08 millones de kilómetros cuadrados en la primera mitad de septiembre, informó este lunes el Servicio de Vigilancia de la Atmósfera de Copernicus (CAMS), en la víspera del Día Internacional de la Preservación de la Capa de Ozono.La superficie del actual agujero cuenta con dimensiones superiores a la media para la primera quincena de septiembre, pero es "inferior al máximo histórico de ese periodo", según un comunicado del Programa Copérnicus de la Unión Europea para la observación de la Tierra.Este año, el hemisferio sur vio antes que en 2024 el agujero, pues de acuerdo con mediciones anteriores a septiembre la superficie sin ozono alcanzaba ya los 15 millones de kilómetros cuadrados.El fenómeno, que aparece en el océano Antártico entre agosto y diciembre, "se desvió del patrón de 2023, para ser más comparable con el de 2024 y la media de 1979-2022", indicó el comunicado de Copérnicus en alusión a la reciente evolución más reciente del agujero de ozono en esta región del planeta.Para Laurence Rouil, directora del CAMS, "el agujero de ozono de 2025 muestra un patrón altamente variable, lo que subraya la importancia de contar con previsiones y análisis fiables".La duración y extensión de la capa de ozono, conforme al programa europeo de observación de la Tierra, depende de las dinámicas atmosféricas y factores químicos, lo que explica las fluctuaciones de la amplitud del agujero.