¿Dónde deben ir las dos manos al conducir? Errores frecuentes que todos cometemos

Conducir un carro es una de las tareas cotidianas con las que la mayoría de ciudadanos tiene que ver, sea porque ellos mismos lo hacen o ven a alguien hacerlo. Lo cierto es que una correcta conducción puede ser la diferencia entre la tranquilidad de todos los agentes viajes como el factor que causa un accidente.

Cuando una persona se dispone a aprender a manejar un vehículo, en las clases iniciales se le indica cuál es la posición correcta de las manos para sostener el volante, práctica que normalmente se mantiene durante el primer periodo de tiempo una vez se obtiene la licencia.

Conducir es una actividad de seguridad a la hora de ser el encargado de hacerlo, más no significa que el conductor deba confiarse, ya que si ocurre lo segundo, es cuando vienen los descuidos y, en ocasiones, los accidentes.

Cuando quién está frente al volante siente la tranquilidad de realizar esta actividad, por lo general empiezan las 'malas costumbres' que pueden entorpecer el actuar en caso de tener que enfrentar una situación

Errores al sostener el volante:

Uno de los principales errores es sostener el volante con una sola mano, mientras que la otra está en la barra de cambios o en otro punto, esto evitará que se tenga capacidad de reacción.

Además, sostener la mano en la barra de cambios provoca inconvenientes a largo plazo en la transmisión.

Otro error común es girar el volante con la palma de la mano, ya que esto evita que se tenga un agarre adecuado y pueda que se deslice, generando que el carro no vaya en la dirección deseada.

Tener las manos en un solo punto del volante es un error que limita la capacidad de maniobrabilidad, sobre todo cuando se sostiene desde la parte inferior, en la parte que da hacia las piernas.

Forma correcta

La forma adecuada, que seguro se recuerda de las clases de conducción, tiene que ser sobre las 2:00 y las 10:00, imaginando que el volante es un reloj. Esta postura ayudara a que en el caso de alguna situación o, si se tiene que girar, para que las manos tengan la suficiente movilidad y alcance.

Por otra parte, la distancia que se debe tener es la suficiente para que, al estirar los brazos, las muñecas queden sobre el volante, de esta forma, al sostenerlo con el puño cerrado los brazos quedarán flexionados y se podrán tener un alcance correcto para cuando se requiera maniobrar, además, evitará mayor cansancio en las extremidades superiores.

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