A joven de 24 años le quitaron la vida por "parecer chino": esto se sabe
La investigación preliminar indica que la violencia escaló cuando la víctima respondió a los insultos racistas.
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
La muerte de un joven de 24 años, asesinado a puñaladas por una turba que se mofó de sus rasgos asiáticos y lo insultó llamándolo “chino”, ha provocado una fuerte sacudida política en la India y ha puesto bajo escrutinio a las autoridades, señaladas por una presunta negligencia en el manejo del caso.
La víctima, Angel Chakma, oriundo del estado nororiental de Tripura, falleció el pasado 25 de diciembre en la ciudad de Dehradun, al norte del país, debido a la gravedad de las heridas sufridas durante una agresión ocurrida dos semanas antes.
De acuerdo con reportes policiales, el ataque se registró el 9 de diciembre en el mercado industrial de Selakui. Chakma caminaba junto a su hermano cuando fueron interceptados por varios hombres que comenzaron a hostigarlos con expresiones despectivas como “Momo”, “Chinki” y “chino”, en alusión a sus rasgos físicos.
La investigación preliminar indica que la violencia escaló cuando la víctima respondió a los insultos racistas. “No somos chinos, somos indios”, habría dicho Chakma, una frase que en los últimos días se ha convertido en consigna de las protestas estudiantiles que reclaman justicia.
Pradyot Manikya, líder del partido indígena Tipra Motha y jefe de la casa real de Tripura, denunció en declaraciones a EFE que este crimen expone una discriminación estructural contra las comunidades del noreste del país. “No es un hecho aislado. Desde hace años, las personas de esta región sufren agresiones y estigmatización”, afirmó, al advertir sobre el profundo sentimiento de exclusión que enfrentan.
Los habitantes de los llamados estados de las “Siete Hermanas”, ubicados en el noreste de la India y colindantes con el Himalaya, pertenecen en su mayoría a etnias de origen tibetano-birmano. Su fisonomía, más cercana a la de poblaciones del sudeste asiático, los diferencia de la mayoría étnica del subcontinente y, con frecuencia, los convierte en blanco de discriminación por parte de otros ciudadanos que los confunden con extranjeros.
En medio de las actuales tensiones militares entre Nueva Delhi y Pekín, ser señalado como “chino” ha dejado de ser solo un insulto xenófobo para transformarse en una etiqueta asociada a la idea de “enemigo interno”.
Manikya también cuestionó la reacción inicial de las fuerzas de seguridad. “La policía tardó tres días en registrar la denuncia, algo que me resulta impactante”, sostuvo. Ese retraso de 72 horas permitió que el presunto autor material del apuñalamiento, identificado como Yagya Awasthi, escapara hacia Nepal y alimentó la percepción de inacción oficial en la región.
Publicidad
Hasta ahora, cinco personas han sido detenidas, aunque las autoridades se han negado a imputar cargos por crimen de odio contemplados en el nuevo código penal indio. Según la policía, el hecho de que uno de los arrestados también sea originario del noreste, aunque de una etnia distinta, descartaría el móvil racista, un argumento que ha generado amplio rechazo.
Datos de la Asociación para la Protección de los Derechos Civiles (APCR) señalan que entre 2024 y 2025 se registraron cerca de mil incidentes de odio en el país, lo que evidencia un aumento de la violencia colectiva contra minorías.