Cirujano plástico italiano, en la mira por su presunta participación en “safaris humanos”
Los testimonios recopilados aseguran que los participantes en estos “safaris” pagaban entre 80.000 y 100.000 euros.
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Las autoridades italianas investigan a un reconocido cirujano plástico de Milán por su posible participación en los llamados “safaris humanos”, una práctica atroz que habría ocurrido durante el asedio de Sarajevo (1992-1996), en plena guerra de Bosnia. La acusación forma parte de un expediente presentado por el escritor italiano Ezio Gavazzeni, quien asegura haber reunido durante casi dos años testimonios y documentos que probarían la existencia de estos crímenes.
Gavazzeni sostiene que, lejos de tratarse de una leyenda urbana, existen indicios sólidos de que occidentales adinerados pagaron a milicias serbias para apostarse como francotiradores en las colinas que rodeaban Sarajevo y disparar contra civiles por simple entretenimiento. “He demostrado que no era una leyenda urbana. He entregado evidencias importantes”, afirmó a EFE desde su residencia en Milán.
El escritor, junto a los abogados Nicola Brigida y Guido Salvini, entregó al fiscal milanés Alessandro Gobbis una serie de documentos que incluyen testimonios directos y declaraciones previas. Desde octubre pasado, estos materiales están en manos de la Fiscalía, que ya solicitó la intervención del Tribunal de La Haya para tomar declaración a un bombero estadounidense que respalda la misma tesis.
Según Gavazzeni, en estos hechos habrían participado “numerosos” ciudadanos italianos, aunque estima que al menos un tercio de ellos ya habría fallecido, mientras los demás tendrían entre 65 y 82 años. Aun así, confía en que algunos puedan ser identificados y llevados ante la justicia, pues los delitos de homicidio agravado no prescriben en Italia. “Espero que se identifique a dos o tres personas con vida”, indicó.
Uno de los individuos señalados es un cirujano plástico milanés, propietario de una clínica privada de cirugía estética, a quien Gavazzeni intentó ubicar sin éxito. Según el documento entregado a la Fiscalía, este médico habría sido identificado en 1993 como uno de los francotiradores que operaban desde las colinas de Sarajevo, información que incluso habría sido remitida al entonces servicio de inteligencia militar italiano (Sismi).
Los testimonios recopilados aseguran que los participantes en estos “safaris” pagaban entre 80.000 y 100.000 euros a las milicias serbias comandadas por Radovan Karadzic y Ratko Mladic. Estas organizaciones, responsables de múltiples crímenes de guerra, habrían establecido incluso tarifas diferenciadas, en las que disparar a niños resultaba “más caro” que a adultos.
De acuerdo con tres testimonios, entre ellos el del propio Gavazzeni, quienes habrían pagado por participar en esta práctica eran:
La Fiscalía de Milán continúa revisando la documentación entregada, mientras crece la expectativa sobre si finalmente podrá localizar a alguno de los presuntos responsables aún con vida para que comparezcan ante la justicia.
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