Colombiana detenida por inmigración en Estados Unidos cuenta que vivió "maltratos y abusos"
La mujer estuvo capturada por un mes y 20 días en dos centros de reclusión diferentes antes de ser deportada a Colombia, hace solo unos días.
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El pasado 7 de agosto, Nayarith Yuseth Rangel Blanco, una joven colombiana de 20 años, fue arrestada por agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE) después de asistir a su audiencia preliminar de asilo.
La captura, ejecutada por tres agentes de Homeland Security, ocurrió cuando la joven se dirigía al ascensor para abandonar el edificio de la corte. Testimonios recogidos por medios locales indicaron que el arresto se llevó a cabo con una "muy mala actitud" por parte de los oficiales, quienes la interceptaron. Cabe resaltar que, al momento de la intercepción, la colombiana ya había recibido una nueva cita judicial, programada para marzo de 2026.
La justificación legal de las autoridades para proceder con el arresto fue que Rangel ingresó de manera irregular a Estados Unidos el 3 de septiembre de 2023, a pesar de contar con un permiso de trabajo vigente y número de seguro social.
Solo días después de su captura, Alejandro Limares, pareja de la colombiana, denunció que la joven permaneció en las instalaciones de ICE en Atlanta por más de 24 horas en condiciones de frío extremo, sin recibir alimentos ni la medicación necesaria para el asma.
La mujer estuvo capturada por un mes y 20 días en dos centros de reclusión diferentes antes de ser deportada a Colombia, hace solo unos días.
En entrevista con Univisión Estados Unidos, la joven dio detalles de lo que tuvo que vivir en este tiempo. "Recibimos muchos maltrato. Todos nos hablaban como si nosotros fuéramos animales, yo lloraba todos los días".
"Sentía mucho dolor en el pecho y ellos me decían que eso no tenía nada que ver, que eso era el estrés", dijo. Además recordó que tenía que pasar aislada largas horas de encierro y aunque intentó pedir ayuda, fue imposible porque estaba en un centro de detención.
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"Yo le digo a mi mamá que que si Dios lo quiso así fue porque él tenía un propósito para mí. Siento que todo lo que viví me enseñó a ser una persona más fuerte, más madura , a valorar tanto las cosas y sé que todo me va a salir bien y a luchar", relató.
Además, dijo que nunca va a olvidar por lo que pasó y que espera alzar la voz por las personas detenidas, pues siente que nadie los ayuda y que están enfrentando "situaciones desgarradoras".