Crisis carcelaria en Ecuador: 30 muertos en menos de tres días por ataques entre bandas
Ecuador enfrenta un nuevo ciclo de violencia carcelaria con dos masacres en tres días que dejaron al menos 30 muertos, pese a la militarización de las prisiones.
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Las masacres carcelarias volvieron a estremecer a Ecuador tras casi un año de relativa calma. En apenas tres días se registraron dos ataques que dejaron al menos 30 reclusos muertos, pese a la militarización de los centros penitenciarios ordenada por el presidente Daniel Noboa.
El aparente control que las Fuerzas Armadas habían logrado imponer en el convulso sistema penitenciario se quebró el lunes con el asesinato de catorce personas en la cárcel de Machala, en el sur del país: trece internos y un guardia. Tres días después, la violencia se trasladó a la prisión de Esmeraldas, en el norte, donde fueron asesinados al menos 17 reclusos.
#OFICIAL Masacre en la cárcel de Esmeraldas dejó 17 reos muertos. Según el SNAI, miembros de los Tiguerones usaron llaves robadas y armas de fuego para atacar a rivales como Los Lobos y Los Choneros. La Policía retomó el control y se investigan los hechos.#Noticia pic.twitter.com/VIVj5rL8AZ
— Informatech (@Informatech_ec) September 25, 2025
De acuerdo con las autoridades, ambos episodios se desarrollaron de forma similar: un grupo de presos, miembros de una organización criminal, fingió la enfermedad o la muerte de uno de sus compañeros para atraer a los agentes encargados de la inspección. Con ello lograron ingresar a otros pabellones y atacar con extrema violencia a integrantes de bandas rivales.
En la cárcel de Machala, ubicada cerca de la frontera con Perú y dominada por el grupo Los Lobos, la Policía atribuye la matanza a una facción interna de esa misma organización, conocida como Sao Box, que habría embestido a otra división de Los Lobos.
En Esmeraldas, donde predomina la banda de Los Tiguerones, las autoridades señalan a sus miembros como responsables de un ataque dirigido contra reclusos de Los Lobos y Los Choneros.
Ambas masacres se caracterizaron por una brutalidad extrema: varias víctimas fueron mutiladas o decapitadas, hechos que quedaron expuestos en las crudas imágenes que circularon en redes sociales.
Los atacantes emplearon armas blancas introducidas clandestinamente en las prisiones, y en el caso de Esmeraldas también se apropiaron del arma de fuego de un militar, a quien lograron reducir y dejar herido.
Publicidad
El Gobierno ha mantenido silencio y no ha entregado detalles oficiales sobre los hechos; la información confirmada provino únicamente de la Fiscalía.
Desde 2020, más de 600 internos han muerto en las cárceles ecuatorianas, en su mayoría a causa de enfrentamientos entre organizaciones criminales rivales. Esta situación llevó a que, a inicios de 2025, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) instara al Estado a adoptar medidas urgentes para proteger la vida e integridad de las personas privadas de libertad, investigar los hechos, sancionar a los responsables y prevenir nuevas tragedias.
La escalada de violencia se originó tras el asesinato, a finales de 2020, de Jorge Luis Zambrano, alias ‘Rasquiña’, líder de Los Choneros, entonces la banda más poderosa del país. Su muerte desató una guerra entre grupos criminales que buscaban independizarse de su dominio, generando una sangrienta disputa por el control de pabellones y centros penitenciarios.
Publicidad
En 2021 se reportaron 316 reclusos asesinados en las cárceles ecuatorianas; en 2022 la cifra bajó a 122, en 2023 fueron 67 y en 2024 se registraron 37 muertes violentas dentro de prisión.