Exdelegado en la OTAN: sin ataques de EE. UU., Irán no habría negociado el cese al fuego
El exembajador de España, Gustavo de Arístegui, también ofreció un análisis crítico del momento actual entre Rusia y Ucrania.
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Con la guerra en Ucrania sin resolverse y nuevas tensiones con Irán, la próxima cumbre de la OTAN en Países Bajos ha ganado relevancia estratégica.
Mientras el expresidente Donald Trump prepara su participación, el foco está puesto en el aumento del gasto militar de los países europeos y la respuesta aliada frente a amenazas nucleares y geopolíticas.
En entrevista con el programa Mañanas Blu, el exembajador de España en Oriente Medio, Gustavo de Arístegui, ofreció un análisis crítico del momento actual.
“Europa ha vivido durante demasiado tiempo de los mal llamados dividendos de la paz”, afirmó, al señalar que el continente invirtió más en bienestar que en defensa tras la Guerra Fría.
Uno de los puntos centrales en la cumbre será el aumento del presupuesto militar. Según Arístegui, Estados Unidos, Canadá y otros miembros han expresado que “Europa no puede seguir bajo un paraguas que pagan otros”.
Añadió que se está exigiendo a los miembros destinar el 5 % del PIB a defensa, pero el presidente español, Pedro Sánchez, solo propone el 2,1 %, lo que ha generado tensiones internas: “Ha tenido que ser desmentido por el secretario general de la OTAN”.
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El exembajador alertó también sobre el riesgo que representa Rusia. Si Ucrania pierde la guerra, “los siguientes países que pueden acabar siendo víctimas del expansionismo ruso son Moldavia, Georgia y los estados bálticos”, dijo.
Recordó que incluso países tradicionalmente neutrales han ingresado a la OTAN ante la amenaza rusa.
Arístegui justificó los recientes ataques de Estados Unidos a instalaciones nucleares iraníes. “Jamás habríamos tenido una posibilidad de un alto el fuego entre Israel y la República Islámica de Irán si los Estados Unidos no hubiesen bombardeado los tres lugares del plan nuclear iraní”, sostuvo.
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Según él, el material nuclear iraní ya está enriquecido por encima del 60 %, lo cual “en muy pocos días” podría llegar al 90 %, nivel necesario para construir una bomba.
Cuestionó las intenciones de Irán: “Si no tienen nada que ocultar, ¿por qué han blindado y escondido sus instalaciones debajo de montañas?”.
También advirtió sobre la posible miniaturización de armas nucleares para ser montadas en misiles balísticos o hipersónicos, lo que aumentaría el riesgo.
Frente a las declaraciones de Trump y Netanyahu sobre un eventual cambio de régimen en Irán, el exembajador fue claro: “Eso tiene que venir de dentro”.
Afirmó que Irán no implosionará como otros países, debido a su estructura sólida y su aparato represivo: “La dictadura iraní no es normal, es una oligarquía con un 20 % de la población aún fiel al régimen”.
Para Arístegui, cualquier transformación solo será posible si surge desde la misma sociedad iraní.
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