Trump ordena al Ejército atacar a cárteles de droga de América Latina, según el New York Times
Trump autorizó al Ejército de EE. UU. a actuar contra organizaciones como Tren de Aragua, la MS-13 y el Cartel de los Soles.
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El presidente Donald Trump instruyó al Pentágono para que utilice las Fuerzas Armadas en operaciones contra cárteles de droga extranjeros, en una acción que expertos consideran un cambio drástico en la estrategia antidrogas de Estados Unidos. Según reveló el New York Times, el mandatario firmó en secreto una directiva que autoriza el uso de fuerza militar contra ciertos grupos latinoamericanos que su administración ha designado como organizaciones terroristas.
De acuerdo con el diario, la orden busca “establecer una base oficial para operaciones militares directas, tanto en el mar como en territorio extranjero, contra los cárteles”. Funcionarios estadounidenses citados bajo anonimato afirmaron que ya se elaboran planes de acción, aunque el asunto plantea serias interrogantes legales y diplomáticas.
El New York Times describe la medida como “el paso más agresivo hasta ahora en la campaña creciente de su gobierno contra los cárteles”, reflejando la disposición de Trump a usar a los militares en funciones que antes eran exclusivas de las autoridades policiales. El objetivo declarado es frenar el flujo de fentanilo y otras drogas ilícitas hacia Estados Unidos.
Sin embargo, la orden podría enfrentarse a obstáculos legales. El periódico advierte que “ordenar a las Fuerzas Armadas que combatan el narcotráfico plantea problemas jurídicos, incluyendo si se consideraría ‘asesinato’ que soldados estadounidenses… mataran a civiles sospechosos de delitos que no representen una amenaza inminente”.
El New York Times señala que aún se desconoce si la Oficina de Asesoría Legal del Departamento de Justicia ha emitido un dictamen sobre la legalidad de la directiva.
Desde su regreso a la Casa Blanca en enero, Trump ha ordenado al Departamento de Estado iniciar el proceso para declarar organizaciones terroristas extranjeras a varios cárteles, con especial énfasis en grupos mexicanos y venezolanos. En febrero, fueron incluidos en esa lista el Tren de Aragua, la Mara Salvatrucha (MS-13) y otras bandas, que —según el NYT— representan “una amenaza a la seguridad nacional más allá del crimen organizado tradicional”.
Recientemente, la administración sumó al Cartel de los Soles, supuestamente dirigido por el presidente venezolano Nicolás Maduro, a la lista de organizaciones terroristas globales. El diario recuerda que la recompensa por su captura se elevó a 50 millones de dólares, mientras el gobierno estadounidense lo acusa de narcotráfico.
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Consultada por el New York Times, la portavoz de la Casa Blanca, Anna Kelly, afirmó que “la principal prioridad del presidente Trump es proteger la patria, por eso tomó la audaz decisión de designar a varios cárteles y pandillas como organizaciones terroristas extranjeras”. El Departamento de Defensa declinó hacer comentarios.
El secretario de Estado y asesor de seguridad nacional, Marco Rubio, aseguró al diario que esta designación permite utilizar “otros elementos del poder estadounidense, como las agencias de inteligencia o el Departamento de Defensa, para atacar a estos grupos cuando haya oportunidad”.
Históricamente, la participación de militares estadounidenses en operaciones antidrogas en América Latina ha sido de apoyo a autoridades civiles, como en la invasión de Panamá en 1989 para capturar a Manuel Noriega, o en operativos conjuntos con Colombia y México. Pero el NYT advierte que “la nueva directiva parece buscar un enfoque distinto: que las fuerzas estadounidenses capturen o eliminen directamente a personas involucradas en el narcotráfico”.
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En su primer mandato, Trump ya había planteado la idea de bombardear laboratorios de droga en México, propuesta que generó indignación en el gobierno de ese país.
La estrategia también apunta a grupos haitianos y ha sido rechazada por la presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, quien se opone a permitir la entrada de militares estadounidenses a su territorio. En el caso venezolano, el Departamento del Tesoro acusa al Cartel de los Soles de colaborar con el Tren de Aragua y el Cartel de Sinaloa, “amenazando la paz y la seguridad de Estados Unidos”.
El New York Times concluye que esta ofensiva marca “un punto de inflexión en la política de seguridad” de Trump, con consecuencias que podrían tensar las relaciones diplomáticas en la región y abrir un intenso debate sobre los límites del uso de poder militar en tiempos de paz.