“Vigilados, custodiados y expulsados”: la amenaza a periodistas en territorio venezolano
César Batiz, director y cofundador de El Pitazo, dio detalles en Mañanas Blu 10:30 AM sobre el control territorial del crimen organizado en Venezuela, destacando las dificultades para el periodismo de investigación en la zona.
El reciente ataque a una embarcación en el Mar Caribe, que cobró la vida de 11 personas el 2 de septiembre, ha mostrado la compleja red del narcotráfico que opera desde las costas venezolanas. César Batiz, director y cofundador de El Pitazo, dio detalles en Mañanas Blu 10:30 AM sobre el incidente y el control territorial del crimen organizado, destacando las dificultades para el periodismo de investigación en la zona.
El dominio del narcotráfico en San Juan de Unare, un pueblo costero en el municipio Arismendi del estado Sucre, ha sido un epicentro del narcotráfico desde la década de los 80, según Batiz. Originalmente dedicado al transporte de hortalizas y al contrabando de mercancías desde Trinidad, sus actividades legítimas han sido desplazadas.
"Aquí hemos tenido que hacer una reportería a través de llamadas telefónicas porque esa zona como está tomada por el narcotráfico es de difícil acceso", explicó Batiz. Subrayó que si algún periodista intentara acceder, sería "vigilado, custodiado y lo más seguro en el mejor de los casos es que lo saquen del pueblo".
Nicolás Maduro y buque estadounidense
Foto: AFP
Una de las particularidades del ataque fue el número de tripulantes: 11 personas, una cifra inusualmente alta para el transporte de cocaína. Batiz reveló que la presencia de tantas personas responde a una estrategia: "La información que tenemos es que son tanta cantidad de personas para poder votar o descargar la droga lo más rápido posible cuando sea necesario".
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, atribuyó de inmediato el ataque al Tren de Aragua. Batiz conectó esta afirmación con un sangriento episodio de 2018, cuando la banda de narcotraficantes de San Juan de Unare recibió refuerzos de la cárcel de Tocorón, dominada por dicha organización.
La reacción inicial del régimen de Maduro fue negar el incidente, calificándolo de recreación por inteligencia artificial, una versión que fue rápidamente desmentida. El oficialismo ha caído en contradicciones, al negar el hecho mientras habla de los derechos humanos de los fallecidos.
Sobre la implicación del gobierno, Batiz destacó la presencia escalada del Cártel de los Soles en el aparato estatal. "Los miembros de la Fuerza Armada y de los organismos policiales... también responde a una cadena de mando que al final de esta cadena o en la parte más alta de esta cadena de mando está Nicolás Maduro," concluyó, sugiriendo una implicación de alto nivel en la comercialización y exportación de drogas.