La madrugada todavía no se despejaba cuando una caravana de hombres armados y vehículos oficiales irrumpió en una zona exclusiva de Sabaneta, al sur del Valle de Aburrá. A esa hora, un equipo del Gaula Élite de la Policía, con apoyo de agentes extranjeros, se preparaba para entrar a un edificio residencial donde, según inteligencia, se escondía alias ‘Ender’, uno de los cabecillas más buscados del Tren de Aragua.
El silencio previo al allanamiento se rompió cuando los uniformados irrumpieron en el apartamento. Desde dentro, el hombre, identificado como Ender Alexis Rojas Montaña, comprendió que lo habían encontrado. Sin tiempo para escapar, corrió hacia el balcón y, en medio de la confusión, se lanzó al vacío desde un sexto piso. Murió de inmediato.
Alias ‘Ender’ no era un delincuente cualquiera. Las autoridades lo señalaban de ser cabecilla de la organización en Chile y de coordinar operaciones de secuestro y extorsión a gran escala. Tenía circular roja de Interpol y, de acuerdo con los reportes, había llegado a Colombia en 2024 para reorganizar células del grupo y ampliar su influencia criminal desde Antioquia.
Pero no estaba solo. En el apartamento y zonas aledañas, los uniformados capturaron a tres personas más. El primero fue alias ‘Toro’, considerado el cabecilla de la organización en Perú y una pieza clave en la expansión del Tren de Aragua en Latinoamérica. Se le atribuye el control de redes de tráfico de drogas sintéticas, extorsiones y cobros ilegales en varias ciudades de la región. Su caída es considerada un golpe estratégico para frenar la logística internacional de la banda.
Este es el video (imágenes sensibles)
También cayeron alias ‘El Gordo’ quien, según informes de inteligencia, pretendía establecer operaciones del grupo en Antioquia, y alias ‘Gallega’, señalada como proxeneta y colaboradora directa de la organización. Los agentes encontraron en su poder dos pistolas Glock, una granada de fragmentación, un proveedor con 32 cartuchos y una libra de anfetamina, sustancia base para la fabricación de Tusi, con un valor cercano a 50 millones de pesos en el mercado ilegal.
Las piezas del rompecabezas comenzaron a encajar: alias ‘Ender’ y ‘Toro’ se habrían desplazado a Colombia como parte de un plan para mover rentas ilícitas y extender rutas del narcotráfico desde el país hacia otros destinos en Sudamérica. Ambos habían liderado células en Chile y Perú, países donde el Tren de Aragua ha extendido sus tentáculos a través de extorsiones, tráfico de drogas y redes de explotación sexual.