Así amaneció el departamento de Chocó por paro armado del ELN
La gobernadora de Chocó dijo que el ELN realiza el paro armado luego de que el Ejército recuperara computadores y celulares clave para inteligencia.
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El departamento del Chocó se encuentra sumido en horas de "zozobra y temor" debido al inicio de un nuevo paro armado anunciado por el ELN.
Esta medida restrictiva, que ya es el noveno paro en los últimos dos años en la región, ha generado una compleja situación para la población, imponiendo "restricciones totales en movilidad terrestre y fluvial" y amenazando el acceso a "alimentación, medicamentos [y] servicios esenciales" para miles de personas que se verán confinadas en sus viviendas durante el fin de semana.
En una entrevista exclusiva con Mañanas Blu, la gobernadora del Chocó, Nubia Carolina Córdoba, compartió detalles críticos sobre la situación actual y el impacto de esta nueva ofensiva del ELN en el departamento.
Confusión en el anuncio del paro armado
Uno de los primeros puntos abordados por la gobernadora fue la ambigüedad en el horario de inicio del paro. Los mensajes del ELN suelen ser confusos, pero en este caso, "hablaban de las 0 horas del día 25, por lo tanto nosotros entendemos que comenzó a la medianoche de hoy".
Esta incertidumbre, aunque presente, no detuvo a las autoridades en la preparación. Se ha instalado un Puesto de Mando Unificado junto con las fuerzas militares y de policía, incluyendo la Armada y el Ejército, así como los municipios, para monitorear la situación.
Movilidad restringida en Chocó
La situación de movilidad en el Chocó es particularmente grave. La gobernadora informó que hay "muy, muy poca movilidad en este momento" en las principales vías terrestres del departamento, que solo cuenta con dos vías de entrada y salida: Quibdó-Medellín y Quibdó-Pereira.
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Además, la vía interna que comunica la subregión de San Juan y Atrato, desde Quibdó hasta Istmina, también presenta un tráfico casi nulo. Las cuencas fluviales, vitales para la subsistencia y el transporte en esta región "preeminentemente fluvial", también están severamente afectadas. La cuenca alta del Atrato, la cuenca media y baja del río San Juan, y el río Baudó son las zonas de "mayor influencia o presencia del ELN" y, por ende, las que enfrentan las "mayores restricciones".
La restricción en la cuenca alta del río Atrato, incluyendo municipios como Lloró y Bagadó, comenzó incluso antes del paro armado formal, como "reacción por redes sociales y por medios locales de la célula local del ELN".
La gobernadora Córdoba lamentó que la población del Chocó se haya "dolorosamente [acostumbrado] a esto", tomando "previsiones, compra víveres, alimentos y demás en caso de que esto ocurra"4. Esta trágica realidad se manifiesta en comunidades como la del Bajo San Juan, una de las más afectadas, donde los ciudadanos ya se encuentran en sus hogares, y "no hay movilidad por los ríos"
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La cuenca media y baja del río San Juan, hasta el litoral, ha sido la "zona de mayor afectación en los últimos años en la crisis humanitaria que ha generado este número tan grande de paros armados".
La mayoría de estos eventos han sido localizados en estas cuencas, aunque este paro en particular es de "corte departamental", afectando el 100% del territorio chocoano, incluyendo "vías principales, vías internas y todas las vías fluviales".
Para las comunidades, que dependen de los ríos para "abastecerse, movilizarse, ir por ejemplo a utilizar rutas escolares o acceder al médico", esta situación es devastadora, y las familias "no se arriesgan a tomar ninguna extranjería".
El ELN: una respuesta a operaciones militares
La gobernadora reveló que este paro armado no es una "decisión, digamos, per se del grupo, sino que es como respuesta a una operación militar".
El comunicado que anuncia el paro fue emitido por el Frente de Guerra Occidental Ogli Padilla, cuya línea de mando ha sido establecida por el Ejército Nacional.
La operación militar que desató esta reacción fue un "operativo del Ejército Nacional en compañía de la Policía Nacional, la Fuerza Aeroespacial Colombiana", que tuvo lugar en la cuenca alta del río Atrato, específicamente en el municipio de Lloró.
Esta acción, que había sido información restringida de inteligencia militar, se profundizó en un Consejo Extraordinario de Seguridad tras el anuncio del ELN. La operación, generada por "orden central desde Bogotá", fue un "asalto aéreo" a un campamento del ELN donde se encontró "material de guerra", incluyendo drones, equipos de difusión radial y armamento6. En el marco de esta operación, se capturaron aproximadamente "nueve personas" con la participación de policía judicial, quienes fueron puestas a disposición de la Fiscalía6.Además de la operación militar, el ELN también "anunciaban que hubo unas transgresiones a los derechos humanos de las comunidades de la cuenca alta del río Atrato", específicamente comunidades indígenas y afrodescendientes.