La Defensoría del Pueblo encendió las alarmas tras confirmar que siete niños, niñas y adolescentes reclutados de manera forzada por las disidencias de alias 'Iván Mordisco' murieron durante una reciente operación de las Fuerzas Militares en el Guaviare. Además, se recuperaron cuatro cuerpos más que aún no han sido identificados. El organismo insistió en que, aun en medio del conflicto, el principio de humanidad debe prevalecer por encima de cualquier objetivo militar.
El DIH exige máxima protección a menores reclutados por grupos armados
De acuerdo con la Defensoría, "el simple hecho de que los menores se encontraran dentro de un campamento armado y hubieran sido obligados a desempeñar funciones de combate no habilita su consideración como blancos legítimos de ataque. Aunque hayan perdido el estatus de civiles por coacción, el Derecho Internacional Humanitario (DIH) les otorga una protección reforzada".
Esa protección deriva de los principios de humanidad, precaución, necesidad estrictamente limitada y del interés superior de la niñez, reconocidos por la jurisprudencia internacional. Esto implica que las Fuerzas Militares están obligadas a evaluar cuidadosamente los métodos y medios utilizados en cada operación para evitar daños desproporcionados o innecesarios.
El organismo recordó que la fuerza empleada no puede superar lo indispensable para alcanzar el objetivo militar, incluso si este es legítimo. “Está prohibido causar más muertes o lesiones de las estrictamente necesarias”, reiteró la entidad.
¿Se pudieron evitar las muertes de los seis menores?
La pregunta que ahora se abre paso es contundente: ¿pudo haberse ejecutado la operación con un menor costo en vidas? La Defensoría plantea la necesidad de revisar si existían otras modalidades tácticas capaces de garantizar la misma ventaja militar sin poner en riesgo a los menores reclutados.
Lo ocurrido, advierte la entidad, evidencia la obligación permanente del Estado de adoptar todas las precauciones posibles para proteger a los NNA reclutados forzosamente, aun en escenarios de hostilidad. La guerra tiene límites, y el primero de ellos es la humanidad.
¿Quién tiene la culpa de la muerte de los menores?
En medio de la operación fueron recuperados cuatro cuerpos que aún no han sido identificados. Aunque el operativo buscaba golpear a esta estructura armada, el desenlace volvió a poner sobre la mesa la necesidad de revisar los alcances y limitaciones de las acciones militares en contextos donde hay menores involucrados.
Sin embargo, la responsabilidad recae en las disidencias de Iván mordisco ya que el reclutamiento forzado de niños, niñas y adolescentes constituye una infracción grave del Derecho Internacional Humanitario.
“Utilizar la presencia de niños, niñas y adolescentes como argumento para cuestionar operaciones militares evidencia que las estructuras armadas ilegales los instrumentalizan como escudos humanos, conducta prohibida de forma categórica por el DIH. Su obligación es no involucrarlos en las hostilidades ni exponerlos al riesgo de las acciones bélicas”, denuncian desde la Defensoría del Pueblo.
Frente a este hecho la Defensoría del Pueblo, aseguró que no se puede “reducir este análisis a un debate meramente técnico sobre el DIH”, puesto que la guerra y la violencia está afectando directamente a los más vulnerables: Los menores de edad reclutados, casos que se registran por la falta de protección.