En una reunión en el Congreso de la República, algunos diputados aliados a Nicolás Maduro mantienen su respaldo al régimen venezolano. Este martes 26 de noviembre, en el marco de la Comisión accidental conformada por congresistas de la bancada de Gobierno de Colombia y diputados de la Asamblea Nacional de Venezuela, aliados al régimen de Nicolás Maduro, se reunió en el Congreso de la República de Colombia. El encuentro, que ha generado controversia tanto a nivel nacional, refuerza la postura de los parlamentarios venezolanos que siguen sosteniendo la legitimidad del mandato de Maduro, a pesar de las críticas y las sanciones impuestas por varios países democráticos.
Dentro de la reunión de esta comisión, cuyo objetivo es tratar asuntos relacionados con la política internacional y las relaciones entre Colombia y Venezuela, los diputados asistentes, quienes son firmes aliados del chavismo, ratificaron su intención de juramentar a Maduro como presidente electo de Venezuela el próximo 10 de enero, fecha que coincide con el inicio de su segundo mandato, a pesar de las irregularidades denunciadas en las elecciones de 2023.
“Esa Comisión se crea en el momento en que el presidente decide restablecer estas relaciones”, señaló el representante a la Cámara, Alejandro Toro.
Para muchos, esta postura es un desafío directo a la comunidad internacional, que en su mayoría no reconoce la legitimidad del proceso electoral venezolano de 2023. Organizaciones como la Unión Europea y Estados Unidos han señalado que las elecciones no fueron libres ni justas, y por ello no validan el triunfo de Maduro. Sin embargo, los diputados venezolanos presentes en la reunión, que se identifican como representantes de la Asamblea Nacional legítima, argumentan que están cumpliendo con un mandato popular respaldado por su constitución, pese a las numerosas críticas y sanciones internacionales.
Durante la sesión varios de los congresistas colombianos de la bancada oficialista, cercanos al presidente Gustavo Petro, expresaron su apoyo a los diputados venezolanos, coincidiendo en que la solución a la crisis en Venezuela debe pasar por un diálogo entre los diferentes actores políticos del país vecino. Para ellos, el restablecimiento de relaciones diplomáticas y el apoyo a las instituciones venezolanas, aunque cuestionadas, son fundamentales para la estabilidad regional.
En contraste, varios opositores colombianos y venezolanos han expresado su rechazo a esta reunión, calificándola de "traición a la democracia" y denunciando que el reconocimiento de Maduro como presidente perpetúa la dictadura en Venezuela. Según estos críticos, el apoyo de algunos sectores del Gobierno colombiano al régimen venezolano socava los esfuerzos de los movimientos democráticos dentro de Venezuela y de la región, que buscan una transición hacia un Gobierno legítimo y representativo.
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