En un operativo conjunto entre el Ejército Nacional, la Fuerza Aérea y la Policía Nacional contra el narcotráfico fue localizado y destruido un megalaboratorio para el procesamiento de cocaína en zona rural del municipio de Tibú, Norte de Santander.
El hallazgo representa un duro golpe a las finanzas del ELN que operan en la región del Catatumbo, una de las zonas más afectadas por la presencia de economías ilícitas. Según el reporte de las autoridades, este golpe representa una pérdida de más de 7.200 millones de pesos para dicho grupo.
De acuerdo con las autoridades, durante la operación se logró incautar una significativa cantidad de insumos y sustancias utilizadas en la producción de estupefacientes. En total, fueron encontrados 564 galones de clorhidrato de cocaína en solución, 528 galones de base de coca en suspensión, 7.251 galones de insumos líquidos y 1.740 kilogramos de insumos sólidos.
Además, las tropas reportaron la incautación de más de media tonelada de clorhidrato de cocaína listo para ser distribuido en el mercado ilegal.
El operativo se llevó a cabo en la vereda La Primavera, en Tibú, donde se encontró el laboratorio operado por presuntos integrantes del frente Juan Fernando Porras Martínez del ELN, de acuerdo con las autoridades.
“El Ejército Nacional sostiene operaciones militares en todo el país con el fin de neutralizar el accionar criminal de todos los grupos armados al margen de la ley que afectan el medioambiente y fuentes hídricas, con el uso sistemático e indiscriminado para la producción de drogas ilícitas”, declaró uno de los militares en el video de la operación difundido por las redes sociales del Ejército.
La destrucción controlada del megalaboratorio se llevó a cabo siguiendo los protocolos de seguridad para evitar afectaciones al medio ambiente y garantizar la protección de la población civil que habita en las cercanías.
El Ejército destacó que este resultado es fruto de las operaciones conjuntas e interinstitucionales que buscan debilitar las estructuras financieras de organizaciones criminales como el ELN y disidencias de las Farc, que mantienen una fuerte presencia en el Catatumbo.