Melina Cifuentes, a sus 82 años de edad, está segura que el secuestro de su hijo, el sargento viceprimero del Ejército Nacional Libey Danilo Bravo Cifuentes, ha sido el golpe más duro que le ha dado la vida. Además, aseguró que más allá de las pruebas de supervivencia que acaba de recibir, lo que quiere es que la guerrilla del ELN lo liberen inmediatamente y le respeten la vida.
Esta humilde campesina de un municipio de Nariño aseguró que la vida le cambió por completo desde el 14 de febrero cuando se enteró que su hijo había sido retenido por guerrilleros del ELN, cuando el militar estaba de civil en un popular sector del municipio de Arauquita, en el departamento de Arauca ha donde fue trasladado hace más de 14 meses.
Blu radio llegó hasta la humilde vivienda, en donde en uno de los cuartos de la casa la familia Bravo Cifuentes improvisó un altar en donde se aprecian las imágenes de varios santos y la fotografía del militar.
“Cada segundo o minuto que pasa aumenta la incertidumbre de como estará, si está o no comiendo, como lo estarán tratando”, explicó doña Emilda.
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Tras recibir un video de 59 segundos de duración, en donde se aprecia al suboficial Libey Danilo, con barba y hablando a su familia, sus hermanos manifestaron que lo ven preocupado bajo de ánimo y pidieron al Ejército Nacional no hacer ningún operativo que ponga en riesgo la vida del militar.
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Ovidio Bravo, hermano del suboficial, aclaró que por ningún motivo van a autorizar ninguna operación de rescate y suplicó a los altos mandos militares que permitan que su hermano sea liberado porque así lo ha manifestado el ELN.
La familia pidió del presidente de la República Gustavo Petro que se ponga la mano en el corazón e intervenga ante esta situación y que en caso de que se esté planeando algún operativo para rescatarlo que no lo autorice.
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