Human Rights Watch (HRW) ha emitido una contundente advertencia sobre el futuro de la Defensoría del Pueblo en Colombia, señalando un recorte presupuestal en la propuesta del Gobierno ante el Congreso que, de concretarse, tendría graves implicaciones para la protección de los derechos humanos y la seguridad en el país.
La organización internacional de defensa de los derechos humanos ha manifestado su profunda preocupación por esta medida en un contexto de recrudecimiento de la violencia interna y una reducción significativa de la ayuda internacional.
Juanita Goebertus, directora de la división Américas de Human Rights Watch, en diálogo con Mañanas Blu, subraya la seriedad de la situación, destacando que “esta reducción pondría en grave riesgo la posibilidad del Estado colombiano de proteger a estas comunidades”.
La alerta se produce en un momento crítico para Colombia, donde la violencia en Colombia ha escalado, afectando a las comunidades más vulnerables y poniendo a prueba la capacidad de respuesta del Estado.
El alcance del recorte
El propuesto recorte presupuestal a la Defensoría del Pueblo no es una cifra menor, especialmente cuando se analiza su impacto real.
Aunque inicialmente se habla de un recorte del 3% respecto al presupuesto de 2025, la realidad es más compleja y alarmante. Juanita Goebertus aclara que este porcentaje no considera la inflación. “En términos reales sería una [reducción] porque si uno toma en cuenta lo que el Banco de la República tiene pensará que será la inflación de este año, la reducción real sería entre 7 y 8%,” explicó la directora de HRW.
Más aún, la cifra se agrava al considerar lo que la propia Defensoría había solicitado para hacer frente a sus desafíos crecientes. “Es un 9.7% menos de lo que había solicitado la defensoría. Primero, corrigiendo básico por inflación, pero segundo de cara, justamente como señalabas, a los retos adicionales en materia de seguridad y de crisis humanitaria sumados a contexto electoral,” detalló.
El llamado de Human Rights Watch es claro: el recorte presupuestal a la Defensoría del Pueblo es una medida que podría tener consecuencias desastrosas para la estabilidad social, la protección de los derechos humanos y la legitimidad del Estado en Colombia, especialmente en un momento de creciente violencia y un ciclo electoral próximo.
La directora Juanita Goebertus concluyó su intervención agradeciendo la oportunidad de alertar sobre “esta reducción del 3% comparado con el 2025, pero que realmente sería mucho más para la Defensoría del Pueblo con lo importante que es esta institución”, una institución que históricamente ha sido un pilar fundamental para la defensa de los derechos humanos en el país. La falta de ayuda internacional hace aún más indispensable fortalecer las instituciones locales como la Defensoría.
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