Joven funcionaria de MinInterior contra las cuerdas: revelan la verdad de los viajes a Aguachica
Para sorpresa de muchos, la joven funcionaria figura en el Sisben B, categoría reservada para personas con ingresos bajos.
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La frase “Reírnos para no llorar”, dicha por Federico Gómez Lara, director de la revista Cambio, resume con ironía la sensación de indignación que dejó su charla con Juan Roberto Vargas y María Camila Roa en Sala de Prensa este domingo 20 de julio. Allí se revelaron los detalles de una investigación que expone cómo Juliana Guerrero, joven funcionaria del Ministerio del Interior, usó un avión y un helicóptero de la Policía Nacional para asistir a una reunión política en Aguachica (Cesar), lejos de la supuesta “misión secreta de paz” que justificó el presidente Gustavo Petro.
La historia comenzó con una foto. Noticias Uno había revelado el uso de un avión de la Policía por parte de Guerrero, pero el periodista Gómez Lara notó algo más: no era solo un avión, sino también un helicóptero. Siguiendo su intuición y ayudado por su afición a la aviación, analizó la cabina y encontró la matrícula de la aeronave: PNC-0495, un helicóptero Bell oficial.
El rastreo reveló un viaje de Bogotá a Valledupar en avión, y luego de Valledupar a Aguachica en helicóptero. Esto para asistir al Consejo Superior de la Universidad Popular del Cesar. Guerrero, junto a su hermana, quien no tiene ningún cargo público, participó en una sesión para apoyar la modificación de estatutos universitarios que permitiría la reelección del rector o el nombramiento de un nuevo aliado político del grupo del congresista Apecuello, cercano al Gobierno.
La operación, ejecutada con recursos del Estado, costó $126 millones solo en gasolina, según Cambio. “No se entiende cómo una joven de 23 años tiene la autoridad para pedir un helicóptero desde Santa Marta y moverlo como si fuera suyo”, cuestionó Gómez Lara ante Juan Roberto Vargas en la entrevista.
Uno de los datos que más sorprendió a los periodistas en Sala de Prensa fue que Juliana Guerrero figura en el Sisbén B, categoría reservada para personas con ingresos bajos. Según la clasificación, su ingreso mensual per cápita sería de $320.000, algo incompatible con su estilo de vida, su salario como funcionaria de alto nivel y su residencia en un edificio lujoso de Chapinero.
“En la oficina hubo risas, una mezcla de indignación y risa… reírnos para no llorar”, dijo Gómez Lara, destacando lo absurdo de la situación. El ministro del Interior, Armando Benedetti, jefe directo de Guerrero, admitió haber autorizado el vuelo del avión, pero dijo no saber nada sobre el helicóptero… hasta que el periodista lo confrontó. Al final, Benedetti terminó lavándose las manos, asegurando que todo lo hizo Guerrero y que él solo recibió su versión.
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Para Juan Roberto Vargas, este caso "parece una novela de intriga", pero lo más grave, como concluyó el propio Gómez Lara, es que todo es real. Ahora, el turno es para la Procuraduría y la Fiscalía, que tendrán que determinar si esta mezcla de poder, recursos públicos y politiquería tiene consecuencias legales o solo quedará como un escándalo más.