Ultra Air está en el ojo del huracán por la sorpresiva suspensión de sus operaciones, pero su CEO, William Shaw, ha estado acusando al Gobierno de tener su parte en la crisis por no acudir a tiempo en su ayuda.
Sin embargo, elGobierno de Gustavo Petro salió a defenderse de las acusaciones de negligencia dando su versión de por qué no le sirvió de fiador a la aerolínea en un crédito de 100.000 millones de pesos para salvar las operaciones.
Según el Fondo Nacional de Garantías, Ultra hizo la petición de una garantía a mediados de marzo. El problema es que desde 2021 están cerrados los programas del FNG para grandes empresas, como las aerolíneas que se crearon en medio de la crisis de la pandemia.
“En reunión presencial llevada a cabo el 22 de marzo en las oficinas del FNG, a la que asistió el señor Shaw con su equipo directivo, se le manifestó que las características técnicas de la garantía incluida en la solicitud del 14 de marzo no se alineaban a las políticas de riesgo aprobadas por la junta directiva, y Ultra Air asumió el compromiso de dar un alcance”, dijo la entidad.
El lío es que mientras hacían las famosas correcciones de la solicitud, a Ultra se le acabó la gasolina y dejó la totalidad de sus aviones en tierra.
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