Cada cuatro años Colombia escoge a sus mandatarios y funcionarios por medio de un sistema democrático que garantiza el derecho el voto ciudadano y la participación de la ciudadanía. En épocas anteriores, las personas se sometían a una “lotocracia”, un sorteo que permitía escoger congresistas, concejos o asambleas de manera justa y equilibrada.
El abogado y columnista Rodrigo Uprimny, en dialogo con Mañanas Blu, cuando Colombia está al aire, habló sobre la “lotocracia”, un sorteo equitativo que permite elegir mandatarios.
“La lotocracia es una teoría que consiste en un sorteo donde todos tengamos la garantía de tener la misma oportunidad de ser escogidos. Esta profundiza la democracia y corrige varios de sus actuales vicios, como la poca representación de algunos sectores y el poco interés de los funcionarios”, dijo.
Para Uprimny, este sistema de elección no solo garantiza una elección justa, también se basa en otros factores que tratan de solucionar diferentes problemáticas en la política actual.
“La lotocracia se basa en razones: primero, garantiza una igual probabilidad a todos de ser elegidos, mientras que las votaciones confieren ventaja a ciertas personas. Segundo, las asambleas electas por votación no suelen ser muy representativas de la población. Pocas mujeres han llegado al Congreso, a pesar de que constituyen la mitad de la población. Tercero, los congresistas seleccionados por sorteo no llegan con los vicios clientelistas o con los compromisos que los candidatos adquieren para financiar sus campañas. Y, cuarto, el azar evita la dinámica de polarización que tienen las elecciones”, explicó.
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Esta práctica de selección no es una idea actual, según Uprinmy, era ejercida en la población de Atenas y ayudaba a reducir los costos clientelistas y la polarización entre ciudada al momento de elegir un mandatario.
“La lotocracia no es una idea nueva, sino que tiene una muy larga tradición. El sorteo de cargos fue la esencia de la democracia ateniense y de algunas ciudades italianas en el Renacimiento, como Venecia. Esta práctica nos ahorra los costos, las herramientas clientelistas y las polarizaciones de las votaciones, permite asambleas más representativas. Sus integrantes pueden deliberar con mayor libertad”, mencionó.
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El abogado y columnista, Rodrigo Uprinmy, no descartó la posibilidad de explorar la “lotocracia” en el sistema de elección colombiano, ya que podría encontrar soluciones a los temas que el Congreso no realiza por conflictos de interés.
“Deberíamos explorar su utilidad, por ejemplo, podría pensarse en una asamblea ciudadana por sorteo que haga propuestas, que serían sometidas a referendo, en temas que el Congreso no haya podido abordar adecuadamente por obvios conflictos de interés, como la reforma electoral o el ordenamiento territorial”, finalizó.
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