Meta de sustitución de cultivos de coca no se cumplirá, advierte fiscal general
De las 50.000 hectáreas previstas para erradicación voluntaria, solo se ha sustituido 3.000 a la fecha.
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En entrevista con el diario El Tiempo, el fiscal general, Néstor Humberto Martínez, aseguró que el Gobierno no cumplirá la meta de sustitución voluntaria de cultivos ilícitos, que es de 50.000 hectáreas previstas para este año.
Dice que de las 100.000 hectáreas de cultivos de coca existentes a comienzos de este año se decidió erradicar solo la mitad de manera forzosa y la otra mitad a través de la estrategia de sustitución voluntaria, en acuerdo con las comunidades.
Sin embargo, Martínez asegura que mediante intervención de la Fuerza Pública se han logrado erradicar 39.000 hectáreas, pero que en lo que definitivamente vamos perdiendo, dice el fiscal, es en la erradicación voluntaria, porque de las 50.000 hectáreas previstas a la fecha solo se han sustituido 3.000.
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El fiscal insiste entonces en la posibilidad de regresar a la estrategia de aspersión aérea. “La fumigación es una alternativa que tiene la sociedad colombiana para vencer ese flagelo (…) Si en el 50 por ciento de los operativos de erradicación hay movilizaciones sociales que no permiten tumbar los cultivos y si, por el otro lado, la erradicación voluntaria tampoco avanza, pues no queda más remedio que explorar todas las formas de erradicación forzosa. Es lo que dicta la experiencia. Es lo que dicta la experiencia y es una vía que dejó recientemente abierta la Corte Constitucional en un fallo del pasado 21 de abril”, dijo.
Martínez agregó que la dinámica de los cultivos ilícitos constituía una amenaza para la paz en los territorios en los que se ha incrementado la disputa por el negocio del narcotráfico como Nariño, Chocó, Cauca, el noreste antioqueño, Arauca, y Norte de Santander y criticó la actuación del Consejo Nacional de Estupefacientes en esa materia. “El déficit de adecuadas políticas públicas continuó, y el Consejo de Estupefacientes permaneció ajeno a sus responsabilidades, lo que ha abonado el terreno para una nueva expresión del conflicto en los territorios cocaleros”, señaló el fiscal.
Y agregó que “si no avanzamos contra la droga, si seguimos como vamos, el narcotráfico nos expropia la paz e iniciamos un nuevo ciclo de violencia en Colombia”.